Esta vivienda unifamiliar se ubica en la ciudad brasileña de São Sebastião y fue diseñada en el año 2015 por Studio Arthur Casas. Casa EK, que es así como se denomina, es un proyecto muy particular, ya que fue construida al lado de otra casa diseñada también por Studio: Casa MD.
Los clientes, en este caso, eran amigos cercanos de la familia vecina que solicitaron la creación de una identidad completamente diferente para que cada casa tuviera su propia personalidad. La descubrimos a continuación.
La concepción de este diseño
El desafío principal de este proyecto se centró en el hecho de conciliar la apertura hacia el paisaje exterior con la privacidad y con los medios prácticos necesarios para poder llegar hasta este lugar andando o en coche. La solución consistió en levantar la casa a 1,20 metros por encima del terreno y excavar la misma altura para crear un garaje.
La distribución de la casa
De este modo, en la planta baja se ubicó la piscina, las zonas sociales y de servicio y una suite abierta a un jardín en la parte trasera de la parcela. La puerta principal desaparece completamente por debajo del suelo para que los coches puedan entrar con comodidad.
Además, se puede controlar para cerrar completamente la fachada, alinearse con las paredes vecinas o para mantener una posición intermedia, preservando la privacidad sin entorpecer las vistas hacia el mar.
Jardines verticales
Cuando se construyó la casa apenas quedó espacio para crear zonas verdes. Para compensar esta situación, todas las paredes exteriores fueron cubiertas con jardines verticales que forman patrones geométricos y que se mantienen, incluso, cuando las plantas crecen, creando entonces una densa composición.
Sala de estar abierta al exterior
La sala de estar se abre completamente al exterior a través de grandes puertas correderas de cristal que unen este espacio con la terraza en la que se ubica la piscina. El volumen de la planta baja está pintado en un tono beige claro que se aplica en las paredes, carpintería y techo. Con esto se logra mejorar la sensación de integración total entre el interior y el exterior.
Primer piso
En el primer piso encontramos cinco suites; dos se orientan hacia el mar y otras dos hacia las montañas. La quinta la encontramos al lado de las escaleras, y en el centro de todo ello hay una sala de estar privada.
Esta zona está cubierta con paneles de metal y se adapta a la estructura inferior, creando un efecto de ser una casa algo más baja y con proporciones suaves. Los paneles se pueden plegar frente a ventanas y puertas de vidrio, lo que hace que estemos ante una vivienda dinámica.
Finalmente, la azotea se utiliza como solárium y está rodeada por un jardín. Todas las barandillas están confeccionados con cristales claros que difuminan los límites existentes con el paisaje.
El diseño interior
Ya en el interior encontramos una decoración en tonos tierra, grises y mostaza, en la que se combinan colores fríos y cálidos. Se ha apostado por muebles de diseño brasileños en los que se ha primado la funcionalidad y la comodidad. Vemos, por ejemplo, el sillón Mole de Sérgio Rodrigues y la mesa Pétala de Jorge Zalszupin.
Galería de fotos
A continuación disfrutamos de las fotografías de Leonardo Finotti en las que conocemos todos los detalles de Casa EK, un ejemplo de cómo dos proyectos similares en parcelas vecinas pueden crear establecer una especie de diálogo en términos de soluciones arquitectónicas sin perder por ello su autenticidad. El resultado: un entorno en el que se fomenta la continuidad y la autonomía al mismo tiempo.