A la hora de decorar cualquier estancia los complementos son muy importantes para poder darle el toque final necesario para que quede bonita. Los textiles cumplen una función muy importante en la decoración ya que con ellos no solo conseguirás el estilo y acabado que busques sino que te sirven también para proteger la estancia del sol, algo muy necesario en muchas ocasiones.
Hoy me gustaría centrarme en una estancia, la cocina, y en un elemento textil que le dará mucha personalidad: los visillos. Sin duda un textil con el que conseguirás frescura, luminosidad y belleza. Los visillos son una especie de cortina fabricada en tejidos que dejan pasar la luz en el grado que tú desees y que pueden ser de gasa, poliéster, algodón, encaje, lino, hilo, organza…
Los visillos se suelen fabricar siempre en telas muy ligeras y en colores claros como el beige, blanco o marfil para darle a la estancia un toque sencillo pero muy bonito. Si lo quieres poner en otros colores lo ideal es que sean tonos pálidos ya que quedarán mucho mejor que los oscuros. Principalmente se utilizan para aprovechar la luz natural y gracias a su gran variedad de tejidos encajarán perfectamente en cualquier estilo decorativo.
Puedes ponerlos solos o combinarlos con cortinas en telas más oscuras para conseguir una decoración más original. Si pones ambas cosas, tienes que poner los visillos sobre la ventana y las cortinas a ambos lados. Si los quieres combinar con un estor tendrías que poner primero el estor y a ambos lados del mismo colocar el visillo. Si los pones solos, lo normal es que tengas una persiana para poder tapar la luz natural cuando sea necesario.
Los visillos para la cocina están muy de moda, especialmente si en la parte exterior tienes un jardín, terraza o patio ya que así podrás disfrutar de las vistas. Sus diseños son muy variados y puedes conseguirlos tanto lisos como con todo tipo de estampados, que además son tendencia y hay una gran variedad. Escoge siempre un tejido que sea fácil de lavar ya que al estar en la cocina suele haber mucho humo, vapor, grasa y otras sustancias que lo pueden estropear si no es resistente.