¿Banksy? Te suena, ¿verdad? Es el seudónimo que emplea un genio del street art británico que nos ha encandilado con auténticas obras de arte. Nació en Liverpool en 1974 y poco más se sabe de él, porque siempre se ha mantenido en el anonimato. Los periódicos británicos especulan con la posibilidad de que su nombre real sea Robin Banks o Robert Banks.
Se dice que creció en Bristol, donde se formó como carnicero. Sin embargo, lo que más le gustaba no era cortar trozos de carne. Lo suyo era el aerosol, y descubrió el mundo del grafiti cuando se puso de moda por esos lares a finales de la década de los 80.
Una estrella anónima
Desde ese momento empezó a deleitarnos con sus creaciones, que por cierto están influenciadas por las de otro genio de la materia llamado Blek le Rat. Desplegó su imaginación en algunas calles de Londres, pero también se ha dejado notar en otras ciudades del mundo. De ahí que sea un artista que ha publicado varios libros y que en 2010 estrenó su primera película como realizador.
Por supuesto, sus obras se han exhibido en museos como la Galería Tata Modern de Londres, el MOMA, el Museo de Brooklyn, el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York o el Museo Británico de Londres.
De la calle a tu casa
Lo mejor de todo es que ahora puedes tener algunas de sus invenciones en tu casa. Solo tienes que elegir la estancia en la que quieres que aparezca ese grafiti que te transmite buenas vibraciones. Lo digo más que nada porque se venden en forma de vinilo en varias tiendas especializadas en complementos de decoración.
En Etsy (etsy.com) encontrarás decenas de vinilos que merecen la pena. Te pueden costar entre 4 y 50 euros en función del tamaño y el diseño que elijas. La mayoría, por no decir todos, son críticos con la sociedad. No son meramente decorativos, sino que transmiten sentimientos de forma explícita e irónica.