En la decoración del hogar adquieren significado las preferencias personales de los protagonistas del inmueble. Dentro de la amplia gama cromática de tonalidades posibles en interiorismo, el gris es un ejemplo de color elegante y sobrio. Este color no solo puede estar presente en el hogar, sino también, en la oficina. Si tienes una zona de despacho en casa, esta tonalidad puede inspirarte para dar forma a este lugar de concentración intelectual y de trabajo. ¿Cuáles son las ventajas que el gris aporta en la decoración?
Originalidad
El color gris puede adaptarse a cualquier estancia de la casa, siendo una buena idea para romper con ideas previsibles de decoración y creando elegantes contrastes de color. Este es uno de los tonos que combina con una infinidad de matices. Por ejemplo, la combinación del rosa y el gris es especialmente atractiva. Además, este color es una buena alternativa al negro. Si te encantan los colores vivos y llamativos, puedes integrarlos en pequeñas dosis siendo el gris la base de la estancia sobre la que destaca la fuerza de la paleta cromática elegida.
Estilo de decoración industrial
De las distintas tendencias de decoración, el gris puede estar presente en distintas propuestas. Por ejemplo, la esencia industrial que viste los espacios diáfanos con una imagen estética moderna. El color gris también está presente en algunos de los materiales empleados en este tipo de interiorismo. Por ejemplo, el hierro. Materiales que reviven la estética de las antiguas fábricas pero reinterpretados en el contexto de la casa.
Gris en el salón
Este color no es estático y uniforme. Por ello, puedes personalizar una estancia a través de distintas variaciones que toman este color como hilo conductor. Por ejemplo, prioriza el uso del gris claro en habitaciones pequeñas pudiendo elegir fórmulas más oscuras para cuartos más grandes. Este tono puede ser especialmente acogedor en el salón. Un lugar de ocio y descanso familiar que se convierte en el centro de la vida doméstica en numerosas ocasiones a través de los momentos de lectura, el cine en televisión o la conversación en familia.
Gris y blanco en el dormitorio
La habitación es un entorno de descanso y relajación. La propia decoración se pone al servicio de la salud a través de la creación de un entorno que inspira emociones de calma, serenidad y paz. El gris es un tono elegante en el dormitorio gracias al binomio que forma con el blanco.
Conviene romper con el mito falso de que el gris es un tono frío. El color gris puede estar presente en el dormitorio en formatos muy diferentes. En muebles, alfombras o paredes. Además, también puedes darle forma a través de los productos textiles. O, también, por medio de detalles sencillos como un espejo, un cuadro o una lámpara.
Así como el gris es una alternativa al negro en la decoración, el beige que también combina perfectamente con este tono, puede ser una elección alternativa al blanco.
Estilo nórdico
Otro de los estilos de decoración en los que el gris es un elemento protagonista es el nórdico. Una apuesta de luz con la que transformar el hogar en un espacio cálido y agradable durante los días de invierno cuando los planes caseros se convierten en un buen refugio en las tardes de lluvia. Los tonos neutros están muy ligados al estilo nórdico. El color blanco, presente en este tipo de decoración, adquiere una mayor intensidad a través del contraste visual de este tono.
La cercanía del cambio de estación también es una invitación para hacer algunos cambios en la decoración del hogar con el fin de adaptarlo a las necesidades de abrigo de los próximos meses.