Lo que hasta hace poco era más normal en las viviendas era contar con un salón, una cocina, uno o dos baños y habitaciones pequeñas. Sin embargo, este plano de vivienda no responde realmente a nuestras necesidades reales, por lo que cada vez se demandan nuevos esquemas para los pisos.
Hoy en día pedimos pisos amplios, con mucha luz y con un espacio prácticamente hecho a nuestra medida. En este sentido, integrar la cocina y el salón nos ofrece muchas posibilidades. A continuación te hablamos sobre las múltiples ventajas de contar con una cocina abierta en el hogar.
Espacio
En primer lugar, debes tener en cuenta que al tirar los tabiques puedes ganar muchísimo espacio. Piensa que la cocina suele ser un lugar pequeño y en ocasiones tenemos que pasar muchas horas dentro de ella, así que el hecho de tener más perspectiva a través del salón hará esa estancia mucho más agradable. Entre la cocina y el salón se puede situar el comedor. Sin duda, una forma muy cómoda de separar las dos estancias, ya que es más fácil servir la comida y poner la mesa. Y si se cuenta con poco espacio, siempre se puede colocar una barra.
Luz
Lo normal es que las cocinas sean espacios interiores y, si son exteriores, se aprovecha tanto el espacio para la colocación de armarios que las ventanas suelen ser pocas o de dimensiones reducidas. En cambio, el salón suele tener una mayor cantidad de luz natural. Por eso, al abrir la cocina se consigue un espacio más luminoso, ya que no hay paredes que corten la luz.
Comunicación
También es importante tener en cuenta que esta distribución es ideal para fomentar la comunicación, ya que mientras la familia o los amigos están en el salón, tú puedes preparar tus platos de forma mucho más informal. Además, es más sencillo vigilar a los niños cuando juegan, podrás escuchar música desde la mini-cadena o ver la tele mientras cocinas. Eso sí, es importante escoger electrodomésticos de calidad que eviten humos y olores y, si es posible, que sean poco ruidosos.