Seguro que no es la primera vez que se te acumulan los botes de cristal en la cocina y no sabes qué hacer con ellos. Tienes varias opciones. Tirarlos a la basura, guardarlos en el armario y quitarle espacio a otros productos más necesarios o darles un uso decorativo y aprovecharlos para mejorar el aspecto de tu casa. Nosotros nos inclinamos por esta última opción. Si estás con nosotros, toma nota de estas ideas.
Los frascos de cristal son muy útiles para conservar los alimentos. Si se trata de botes de dimensiones considerables, puedes aprovecharlos para guardar el arroz, las lentejas, los garbanzos, las habichuelas o el azúcar. Puedes comprar etiquetas decorativas y pegárselas al frasco para indicar la fecha de caducidad del alimento, así como el contenido del bote. Asegúrate de que el cierre sea hermético para evitar que perezcan los alimentos.
Los alimentos también se pueden guardar enlatados. En ocasiones tenemos en casa muchas latas del mismo alimento y una vez le quitamos el cartón es difícil identificar de qué se trataba. Clasifícalas guardándolas en botes de cristal.
De hucha a lapicero
A parte de los usos culinarios, los frascos de cristal se pueden emplear para las monedas. Hay quien no sabe qué hacer con todos los céntimos que lleva en el monedero. Recopílalos en un bote de cristal y cuando esté lleno, llévalos al banco. Es una forma de dar salida a esas monedas que apenas gastamos.
Asimismo, si metes piedras o sales de colores y lo forras la tapadera con una tela, verás cómo el bote de cristal se convierte en un buen elemento decorativo. Sitúalo a la vista de todos. En el salón, en la terraza o en la cocina, quedará muy bien.
Y si eres de los que nunca sabe dónde ha puesto el bolígrafo, ¿por qué no te creas un lapicero con el bote? Añádele pegatinas para decorarlo y ¡ya está! Un sencillo lapicero y a un precio muy asequible.