Este luminoso y pequeño apartamento, destinado a alojar a una pareja, me ha encantado por muchos motivos. En primer lugar, por lo bien aprovechado que está; y también por lo sencillo de su decoración, el buen uso del color y las ideas de equipamiento. Como podéis ver la cocina está integrada en el salón, algo imprescindible para poder aprovechar al máximo el espacio y para generar grandes estancias de tipo loft.
Para diferenciar ambos ambientes se optó por escoger unos muebles de cocina lacados en rojo alto brillo, un acabado que está de plena tendencia y que con su superficie reflectante aumenta la luminosidad de la estancia.
El mismo acabado y color se ha empleado para el mueble de la entrada, que a mi juicio es una idea excelente. Se trata de un módulo de almacenaje que en muy poco espacio tiene cabida para colgar ropa, para cajones, para zapatos… El hecho de revestir las puertas de rojo crea una continuidad visual muy interesante con la cocina. Atención a la disposición de la barra para colgar prendas: se ha colocado perpendicular a la pared, y así el módulo ocupa menos espacio.
Una vez más, las puertas correderas son indispensables para este tipo de pisos, pequeños y donde es necesario flexibilizar las posibilidades de los espacios. En este caso, casi más que de una puerta podemos hablar de una pared corredera de cristal. Está en el dormitorio y los grandes paneles de vidrio cuelgan de un sistema externo en acero inoxidable. El vidrio es ahumado y lleva una decoración a base de pequeños cuadrados, de forma que deja pasar la luz pero aporta toda la intimidad necesaria para este tipo de espacios. Además, al instalar las puertas con un sistema externo no es necesario hacer obra, como sí ocurre cuando empleamos armazones que sirven para ocultar las puertas dentro de la pared.