El día a día en casa tiene algunas cosas que a veces nos pueden llegar a incomodar. No nos referimos a discusiones no, nos referimos a limpiezas incómodas, manchas que no se pueden quitar o problemas derivados de la humedad. A continuación os mostramos algunos consejos para paliar estas carencias tan engorrosas.
– Limpiar manchas de productos de cosmética
Esmalte: El acetona te será muy útil para eliminar la mancha. Después, un poco de aguarrás diluido hará que la mancha desaparezca por completo.
Perfumes: El amoníaco diluido en agua es la mejor solución.
Pintalabios: Hay que lavar primero la mancha en seco. Luego, es recomendable lava la prenda manchada con detergente líquido y amoníaco.
– Limpiar las alfombras de fibra
Las alfombras de fibra son muy bonitas pero su cuidado requiere de un gran esfuerzo. Mojarlas no es la solución porque se estropean. Lo mejor es limpiarlas con una esponja muy escurrida con agua templada y un poco de amoníaco. La zona se debe secar lo más rápido posible. Un secador puede ser ideal para ello. No es recomendable pasar mucho la aspiradora. Una o dos veces por semana pueden ser suficientes.
– Hongos en el cuarto de baño
Eliminar los hongos adheridos a los azulejos de nuestro cuarto de baño tiene solución. La clave está en utilizar lejía rebajada en agua lanzada con un pulverizador. Pulverizamos la zona afectada y dejamos reposar la lejía durante 5 minutos. Luego, aplicamos un estropajo para frotar fuerte los hongos. Desaparecerán al instante.
– Evitar que el zapatero haga peste
Puesto que los zapateros normalmente huelen a zapato o a petraca, os proponemos un truco para que no tengáis que sufrir esa peste tan desagradable. Lo importante en primer lugar es limpiar los zapatos a fondo. Cada rincón tiene que quedar impecable. Con la ayuda de un cepillo con cerdas y un aspirador, lo lograremos fácilmente. Luego, será importante colocar carbón vegetal dentro del zapatero y ya estará libre de malos olores.
– Cuidado de albornoces y toallas
Añadir bicarbonato al agua del aclarado nos ayudará a que las toallas y los albornoces no pierdan la suavidad del primer día. También es importante acordarse de que los modelos de rizo no se deben de planchar en la vida.