Cuando llega el buen tiempo a uno se le ocurren numerosos planes, como por ejemplo ir a la playa o a la montaña. Sin embargo, a veces no es necesario alejarse demasiado de casa, ya que en tu propia terraza o jardín puedes colocar una piscina desmontable para disfrutar del verano de la mejor forma posible.
En este artículo te hablaré de los distintos tipos de piscinas desmontables que existen. Te explicaré cómo son y mencionaré tanto las ventajas como las desventajas para que puedas tomar una buena decisión de compra. Lo mejor de todas ellas es que las puedes guardar en cuanto llega el otoño.
Piscinas desmontables de madera
Las piscinas de madera destacan por ser robustas y muy seguras. Además, aportan calidez y podríamos decir que es el tipo de piscina desmontable más bonito que existe. Las hay de madera maciza y de madera panelada. Ambas lucen prácticamente igual, solo que la madera maciza es de más calidad porque es más resistente, si bien es cierto que hay que aplicar barniz de vez en cuando para que se mantengan en buen estado.
Piscinas desmontables de acero
Las piscinas desmontables de acero son las que más quebraderos de cabeza nos dan a la hora de montarlas, ya que es como tener una piscina convencional sobre el suelo. La parte positiva es que son muy robustas y te pueden durar muchos años. Suelen fabricarse de forma redonda y ovalada con un buen puñado de piezas y tornillos, motivo por el cual los fabricantes no recomiendan desmontarlas cada año.
Piscinas desmontables tubulares de plástico
Esta opción no es ni mucho menos tan resistente y robusta como las dos anteriores. Sin embargo, se pueden montar y desmontar en menos de una hora porque solo hay que ensamblar tubos y colocar una lona. La vida útil de las mismas suele ser inferior a los 5 años, pero a duras penas llegan a los 2 si no se cuidan.
Piscinas desmontables hinchables
Puede que quieras empezar por una piscina desmontable sencilla y que te cueste poco dinero. En ese caso deberías considerar la opción de las piscinas hinchables, que son muy fáciles de montar porque solo hay que inflar el aro y llenarlas de agua. La parte negativa tiene que ver con su resistencia, ya que ese aro se deforma y se pica por culpa de los rayos del sol, motivo por el cual no suelen durar muchos años. Además, no cuentan con una estructura rígida.
¿Qué precio tienen las piscinas desmontables?
La opción más económica son las piscinas hinchables, que con un diámetro de 3 metros pueden costar menos de 80 euros. Una piscina tubular de 3 metros de diámetro puede costarte unos 170 euros, mientras que una de acero de 3 metros de diámetro puede rondar los 800 euros y una de madera del mismo diámetro sale por unos 900 euros. Estas últimas, eso sí, varían mucho de precio en función de la calidad de la madera.
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