Seguro que si estás amueblando tu pisito ya te habrás dado cuenta de la importancia que tiene una buena iluminación en las estancias principales de casa. Con la iluminación una habitación pequeña puede ganar metros o puedes recrear espacios exóticos o crear ambientes románticos.
Aunque hay un sinfín de luces, focos y lámparas para el hogar, en el siguiente artículo queremos darte unas pinceladas para que sepas las utilidades de cada tipo de luz y dónde es mejor colocarla.
Luces según su función
Los tipos de luces se distinguen principalmente según la función que cumplan en el hogar. De esta forma se puede hablar de una luz ambiente cuando se trata de iluminar toda la habitación, pero la función de la luz es mayormente decorativa.
Si hablamos de luz funcional, nos referimos a aquella luz que se coloca para iluminar correctamente una parte en concreto de la estancia. Por ejemplo, en un despacho, una luz funcional sería la que va dirigida al escritorio con el fin de que se pueda trabajar cómodamente allí.
Otro tipo de iluminación es la puntual. Ésta es la que se emplea para una utilidad muy concreta. Por ejemplo, cuando nos sentamos en un sillón en el salón y queremos leer el periódico, seguro que hay una lámpara de pie al lado para alumbrar. Eso es lo que se llama iluminación puntual.
Y por último, la iluminación decorativa es la que solo tiene este objetivo. La lámpara o la bombilla en cuestión símplemente enfoca a un cuadro o a otro elemento decorativo de la habitación.
Para iluminar bien un hogar se aconseja que las bombillas que se utilicen sean LED, pues permiten elegir entre una gama de colores muy amplia y contribuyen al ahorro energético y al cuidado del medioambiente. Hoy en día la mayor parte de la población ha sustituido las antiguas bombillas incandescentes por LEDs.