La chimenea, ese aparato que es sinónimo de confort, calidez y vida hogareña, ha pasado de ser una simple fuente de calor a convertirse en todo un elemento decorativo, el punto central y más importante de la estancia en la que está situada. Hay chimeneas de diferentes tipos y estilos estéticos, por eso, así que si tienes dudas sobre tu elección definitiva toma nota de los diferentes tipos de chimeneas y sus características para que puedas elegir la que mejor se ajusta a tus necesidades:
– Por un lado están las clásicas chimeneas de hogar abierto, que consisten en una caja de paredes en piedra o ladrillo, donde se quema leña natural o artificial. Su punto fuerte es la estética, ya que resultan muy decorativas y son muy bonitas, pero tienen la desventaja de un rendimiento calórico muy bajo. La clásica chimenea que todo el mundo sueña con tener algún en su hogar.
– En segundo lugar están los llamados recuperadores de calor, que son cajas metálicas con puertas de cristal y en donde se produce la combustión de la leña. Su instalación es muy sencilla, son fáciles de limpiar y conservan el calor al máximo, así que son una de las mejores opciones.
– Por último tienes también las chimeneas de gas, que funcionan a butano, propano o gas natural. Son una opción muy interesante ya que, aunque carecen del encanto de la madera ardiendo, son muy prácticas y ecológicas. Pueden instalarse en cualquier lugar, pues sólo necesitan un tiro de 10 centímetros. Su eficiencia de calefacción alcanza el 80 por ciento, y evitan las molestias del hollín, produciendo además menos contaminación ambiental que las chimeneas que queman leña. Y siendo mucho más cómodas ya que únicamente deberás encenderla sin preocuparte de si hay o no leña y de cuándo empezará a quemarse.