Los armarios son unos de los muebles más útiles que solemos tener en casa. Sirven para guardar nuestros objetos personales y ocultarlos de la vista. ¿Te has parado a pensar alguna vez en la cantidad de armarios que tenemos en casa? Seguro que si los cuentas superan la decena. En el siguiente artículo te traemos los distintos tipos de armarios que existen. Para que veas cuál es el que mejor se ajusta a las necesidades de cada rincón de tu hogar.
¿Sabes cómo se denomina a los típicos armarios que se suelen tener en casa? Armarios de pared. Se trata de un mobiliario que está completamente pegado a la pared. Son aquellos que sirven para guardar ropa principalmente, por lo que se suelen colocar en los dormitorios.
De pared suelen ser la mayoría de los armarios para guardar ropa. Hay un tipo en especial que son muy grandes y son ideales para los que gocen de un buen espacio en casa y quieran tener un armario de ropa como el de las películas de Hollywood. Nos referimos a los vestidores. Son los armarios más amplios que existen en el mercado. Y son, por tanto, un espacio de almacenamiento ideal para guardar ropa, zapatos y otros complementos que tengas.
De obra
Por otro lado, si hay rincones de tu hogar que te gustaría aprovechar al máximo, quizá deberías recurrir al siguiente tipo de armario del que te vamos a hablar: los de obra. Se trata de un mobiliario que hay que encargar a un carpintero para que se haga a medida y conforme al espacio disponible en la habitación.
Los armarios de obra son mucho más caros que los que venden ya hechos de fábrica. Tal vez sea por eso por lo que cada vez se llevan menos en la decoración del hogar. No obstante, son una magnífica solución para aprovechar los espacios olvidados de las habitaciones, tales como cualquier rincón. Además, una de sus múltiples ventajas es que puedes personalizar su acabado, así como su aspecto interior.
Empotrados: para casas pequeñas
Uno de los problemas de las casas de hoy en día es que son muy pequeñas y casi nunca sabemos dónde guardar todos los objetos que atesoramos en ellas. Pues bien, existe un tipo de armarios, conocidos como ‘empotrados’ que son perfectos para las viviendas con pocas dimensiones. Suelen ir colgados de manera que se integren fácilmente en el resto de la decoración del hogar y que tampoco supongan un estorbo para los habitantes de casa.
Sin embargo, los armarios empotrados también incluyen algunos inconvenientes como que no puedes cambiarlos de lugar siempre que quieras, ya que se colocaron en un sitio determinado por una razón de espacio. Cuando se quiere quitar uno de un lugar, la mayoría de las veces se requiere de un trabajo de albañilería para demolerlo y arreglar los desperfectos que se hayan podido quedar en la pared.
La elección de la puerta
A la hora de comprar un armario también hay que fijarse mucho en las puertas que llevan asociadas, ya que una mala elección puede marcar la comodidad que tengamos a la hora de utilizarlo. Las más cómodas son las correderas. Por norma general, son las que predominan en los armarios empotrados. No necesitan de mucho espacio para abrirse, por lo que se las considera las más confortables para cualquier hogar.
Las puertas abatibles son las que estás acostumbrada a ver en la mayoría de los armarios. Son aquellas que necesitan de un gran espacio para abrirse. Es más, hay que tener mucho cuidado con ellas porque si llenas a tope el armario se podría impedir que la puerta se cerrara bien. Las puertas más recomendables son las correderas, aunque éstas pueden quedar estupendamente en casa si lucen un tirador diferente y muy decorativo.