Renovar los suelos de la casa se nos puede poner en un pico, sobre todo si la reforma comporta obra. Este método, que suele ser característico del los pavimentos cerámicos, está empezando a ver cómo le surge un interesante competidor: el sistema de clic, que conocimos a través de los suelos laminados y que actualmente también se puede encontrar ya en ciertos modelos de baldosas.
La colocación de estos suelos no puede ser más sencilla. Cuentan con unas bases de perfiles, metálicas o de plástico, que se unen unas a otras a modo de puzle… ¡Y listo! Suelo nuevo en unas horas, sin polvo, cemento ni escombros.
Muchas ventajas más
Estos suelos puede instalarlos uno mismo sin necesidad de ser albañil o alicatador, aunque hay firmas que recomiendan que los coloque un profesional, si se desea un resultado perfecto y que la obra dure poco tiempo. Sea como fuere, como se tardan mucho menos en instalar, el trabajo se abarata mucho y también es más limpio. Apenas se generan escombros ni suciedad; no hay que esperar a que se seque el cemento, y una gran ventaja: si por ejemplo tenemos calefacción radiante o redes de fontanería bajo el suelo, para solucionar problemas o averías basta con levantar una o dos piezas, y listo.
Dos productos “diez”
En las imágenes podéis ver el sistema Dry System de Tau Cerámica, una novedad en este campo en el que hace unos años ya irrumpió otro excelente pavimento cerámico en seco: Pret a Porter, de Roca. Las piezas de ambos se colocan sin adhesivo, y su sistema permite por ejemplo cambiar piezas deterioradas, o simplemente el aspecto del suelo intercalando baldosas de otros colores. Como se puede instalar de forma sobreelevada encima del pavimento original, es posible meter cables telefónicos o eléctricos, así como materiales aislantes.