Seis estilos para decorar la oficina

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La importancia que la estética adquiere en los espacios profesionales es relevante en la actualidad. Un entorno cuidado aporta confort y bienestar. Aspectos que, por otro lado, también mejoran el rendimiento y la productividad. Desde el punto de vista emocional, aumenta el nivel de felicidad. Existen distintos estilos que realzan la personalidad de la estancia. A continuación enumeramos algunos de ellos.

1. Industrial

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El estilo industrial realza el protagonismo de los elementos estructurales de un edificio. Deja a la vista matices que permanecen ocultos en otro tipo de espacios. Por ejemplo, las vigas y las tuberías se integran en el conjunto de la habitación.

Además, el mobiliario con un acabado metálico, que está tan de moda en la actualidad, realza la belleza de una oficina con un aire industrial. Un acabado metálico que combina perfectamente con la madera, eterno símbolo de calidez. De hecho, muchos muebles muestran una perfecta fusión entre ambos ingredientes. El estilo industrial luce su mejor versión en despachos con techos altos y grandes ventanales.

2. Rústico

Los muebles de madera brillan en aquella estancia que refleja esta perfectiva. Madera en acabado claro, medio, oscuro o, incluso, con un aspecto envejecido. Un escritorio antiguo puede convertirse en el elemento más destacado del despacho.

3. Nórdico

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La planificación del espacio pone en valor la funcionalidad de ese entorno en el que la practicidad es una prioridad. Conviene crear un lugar acogedor que propicie la concentración para el desarrollo de las tareas. Y, para ello, es esencial conseguir una estancia luminosa. Por ello, el color blanco es un componente clave para vestir el despacho y realzar su claridad desde el interior.

El nórdico es uno de los estilos que potencia el uso de este tono. Por ejemplo, el papel pintado de ladrillo blanco es frecuente en una superficie con dichas características. La pared adquiere una mayor presencia y se convierte en el punto focal. Una opción que puede integrarse en despachos grandes, medianos y pequeños. Una idea de decoración que, además, actualiza la imagen del despacho de forma sencilla.

4. Minimalista

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El orden es un concepto que resulta especialmente relevante en un entorno profesional. El orden que predomina en el lugar propicia la correcta disposición de todos los elementos en el espacio. Es el factor esencial para evitar cualquier forma de ruido visual. Un ruido que produce consecuencias que van más allá del plano estético. Por ejemplo, se convierte en un foco de distracción. Por el contrario, la armonía de un despacho bien organizado alimenta la concentración. El ruido visual, por  su parte, produce emociones desagradables.

Por ello, el minimalismo es una de las propuestas decorativas que triunfa en aquellas oficinas que utilizan la sencillez como un hilo conductor. La estancia está equipada con el mobiliario básico y carece de todo exceso ornamental.

5. Ecléctico

Una oficina acogedora no tiene por qué mostrar, únicamente, una fuente de inspiración principal. Un espacio ecléctico se caracteriza por la perfecta fusión entre ingredientes que aportan contrastes al espacio. Una apuesta que realza la personalidad de un entorno profesional en el que se percibe la influencia de diversos estilos.

6. Retro o vintage

El look de una oficina también puede reflejar reminiscencias del pasado. Una máquina de escribir, por ejemplo, adquiere un valor ornamental en una estancia con una perspectiva retro o vintage. En un momento en el que la tecnología ha transformado la rutina profesional, para simplificar la realización de diferentes tareas, las características de una máquina de escribir aportan un viaje en el tiempo.

Para finalizar, el estilo contemporáneo, que viste el espacio con muebles de líneas rectas, es otra de las tendencias en la que inspirarte.

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