Como te hemos comentado en numerosas ocasiones, el salón es la estancia más importante del hogar, ya que es el lugar en el que pasamos la mayor parte del tiempo que estamos en casa, ya sea en soledad o con la compañía de amigos y familiares. Por eso, debemos darle a la decoración de este espacio la importancia que se merece, pensando en aspectos como la iluminación, el mobiliario, los textiles, los objetos decorativos…
Lo primero que deberás hacer a la hora de decorar un salón es decidir el estilo que quieres que prime en la estancia. Una vez lo tengas claro, entonces podrás pensar en otros factores como, por ejemplo, los colores, que muchas veces ya vienen implícitos en el estilo escogido. Entre los muchos colores que puedes escoger hoy queremos hablarte del blanco, ya que nos parece una magnífica opción para un espacio como el salón. A continuación te explicamos por qué nos parece una de las mejores elecciones y te damos algunos consejos para lograr un salón blanco perfecto. Además, vamos a aprovechar la ocasión para mostrarte algunas imágenes que te servirán de inspiración. ¿Nos acompañas? ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!
Las numerosas ventajas del blanco
Sin duda, uno de los mejores colores para decorar el salón y cualquier otra estancia del hogar es el blanco, que encaja perfectamente con prácticamente todos los estilos decorativos: minimalista, vintage, nórdico, clásico, moderno… Por otro lado, es importante tener en cuenta que el blanco ayuda a ampliar el espacio visualmente, algo ideal para las estancias con pocos metros cuadrados, que son las más habituales en las viviendas de hoy en día. Por supuesto, tampoco hay que olvidar que el blanco es el color de la paleta cromática que más luminosidad aporta a los ambientes, algo ideal para un espacio como el salón.
Espacios monocolor
Como puedes imaginar, puedes emplear el blanco de múltiples formas. Así, una excelente opción es optar por una decoración monocolor, en la que el blanco sea el protagonista de todos los elementos: paredes, muebles, textiles… Sin embargo, siempre es buena idea aportar algunos toques en otros colores, algo que puedes hacer a través de algunos objetos decorativos: cuadros, jarrones, plantas, figuras…
Combinar el blanco con otros colores
Por supuesto, también puedes optar por combinar el blanco con otros tonos. Lo bueno de este color es que encaja a la perfección con cualquier otra tonalidades de la paleta cromática. Así, deberás escoger los tonos dependiendo del resultado que quieras conseguir. Por ejemplo, si quieres lograr un salón que irradie frescura, puedes optar por clores como el azul o el verde. En cambio, para darle algo de calidez a la estancia es buena idea escoger tonos cálidos como el rojo. Por supuesto, también puedes combinar el blanco con tonos neutros. Mención aparte merece la combinación blanco-negro, ya que este famoso binomio ha sido utilizado en la decoración de salones y de otras estancias del hogar desde hace varias décadas. Además, es una de las tendencias del momento. Lo que sí se recomienda, sobre todo si se trata de una estancia pequeña o con poca luz natural, es que el blanco esté presente en las superficies más amplias, como paredes y techos.
Un sofá blanco
Como ya te hemos comentado antes, podrás escoger el blanco para cualquier elemento del salón, incluyendo el mobiliario. De hecho, una de las opciones que está más de moda últimamente es incluir un sofá blanco en el salón. Se trata de unas piezas que tienen mucha fuerza, así que se convertirán en protagonistas indiscutibles de la estancia. A continuación te dejamos con nuestra galería, donde, como te hemos comentado al principio, te mostramos un montón de imágenes de salones decorados en blanco. ¡No te lo pierdas!