Salones de estilo colonial

Hace unos días os hablaba de la decoración exótica por un lado y de la vuelta a lo tradicional por otro y, hoy, os traigo un punto intermedio entre estos dos estilos tan diferentes: la decoración de estilo colonial. Pese a que es un estilo que encaja perfectamente en cualquier estancia de la casa, me voy a centrar en una de las zonas de la casa dónde más vida hacemos, el salón.

No importa lo grande que sea, esta decoración no necesita un espacio concreto pues se matiza con las texturas, las tonalidades de los muebles y de los objetos decorativos que se dispongan. Si te gusta dar un toque antiguo con una pizca de exostismo, este es tu estilo.

Entre Oriente y Occidente

La decoración colonial proviene, como su nombre indica, de la mezcla de estilos que tuvo lugar en las colonias de países como Inglaterra, Francia o España y que, justamente, combinaba los rasgos más característicos de Occidente con las necesidades de Oriente.

En películas como Memorias de África, podéis encontrar una buena dosis de inspiración pero, la clave está en el color y el mobiliario. La madera oscura es uno de los elementos más utilizados, sobre todo en muebles regios, como cómodas o mesas de comedor.

Las diferentes texturas hacen que el exotismo contraste con la magnitud de los muebles, añadiendo detalles de rafia a los mismos. Este material es muy representativo de esta época y es perfecto para sillas, butacas e incluso lámparas. Los tonos cálidos se mezclan con colores neutros, como el beige o el marfil para crear estancias acogedoras pero frescas.

Pon algún detalle decorativo, como un cuadro de estilo étnico o alguna figura animal, como un elefante con la trompa levantada. Son detalles que, en una decoración clásica pasarían desapercibidos pero que, aquí, encajan a la perfección. Un último detalle puede ser un ventilador de techo con aspas. Sentirás que retrocedes en el tiempo.