Revisiones modernas del sofá Chester


Cierra los ojos y piensa en un club inglés del siglo XIX… ¿dónde te imaginas a los lords sentados con sus bombines y paraguas? Efectivamente, en un sofá clásico de piel, perfectamente elaborado. Ese es el sofá Chester. Proviene de la Inglaterra eduardiana y es un clásico que nunca pasa de moda. Aunque está claro la época y el diseño, hay varias teorías de cuál es el origen exacto de este sillón. Unos dicen que fue Philip Stanhope, cuarto conde de Chesterfield, quien encargó a un ebanista este sofá robusto para que los caballeros de la alta sociedad se sentaran en él y que fuera lo suficientemente duro para que no tuvieran que hacer movimientos raros en él (mal vistos para un noble de prestigio, claro). Otros dicen que fue un conde posterior quien lo encargó pero sea como sea, este sillón se caracteriza por su estabilidad y por tener los brazos y el respaldo a la misma altura. El material del que está hecho es piel o cuero con un acabado increíble y los colores clásicos son el marrón, el granate o el verde.

Como todos los grandes diseños es muy imitado y está siendo reinventado por las marcas como por ejemplo Natuzzi o Poltrona Frau. El diseñador Renzo Frau, fundador de la última marca, fue el encargado de revisar el diseño y su empresa sigue produciéndolos a mano como siempre, con un relleno con muelle de acero y estructura de madera de haya, y también rellenos de cris y fibras vegetales en los brazos. La empresa italiana Busnelli nos traen una colección llamada Bohemien (en la foto) que está diseñada por Castello Lagravinese y que también está inspirada en el sofá Chester. Esta serie está compuesta por un sofá, una poltrona y un puf y está disponible en piel y también en tela.

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