Ecléctico, singular, sorprendente y, sobre todo, único. Definir con palabras la exquisita decoración del restaurante Mama Campo de Madrid es todo un reto. Sin embargo, en Decorablog vamos a intentarlo.
En este artículo te invitamos a degustar la exquisita decoración de este céntrico restaurante madrileño cuyo delicioso interiorismo abre el apetito. ¿Te vienes? Naturaleza en estado puro, relajantes colores y una infinidad de detalles que enriquecen este sorprendente restaurante. ¡Que aproveche!
Tres espacios juntos, pero no revueltos
Mama Campo es un restaurante y una tienda de productos ecológicos que reclaman el valor de lo natural, lo de toda la vida. Pero, además de una cita obligada con la buena comida, Mama Campo es también un proyecto de dos grandes talentos: David Yllera y Nacho Aparicio.
El resultado de tan arduo trabajo han sido tres espacios distintos: el restaurante, una cantina y una tienda de comida ecológica. Todos estos ambientes comparten espacio, pero están perfectamente delimitados gracias a una gran distribución del espacio y a una decoración asombrosa.
Artesanía y tonos tierra
En cuanto a decoración se refiere, lo primero que sorprende al entrar al restaurante Mama Campo es la serena y relajante atmósfera que se respira, a través de sus luminosos colores y de sus materiales naturales. Y es que, en este local, triunfan los cálidos tonos tierra en su versión más suave que logran conectarnos con la naturaleza, al tiempo que potencian la luminosidad e invitan al descanso.
¿El resultado? Un interior en calma que nos hace sentir como en casa para disfrutar de nuestro menú. Sin lugar a dudas, se trata de un gran ejemplo sobre decoración que perfectamente podemos poner en práctica en nuestra propia casa, al apostar por los tonos tierra como base cromática. Para evitar que el espacio resulte demasiado sereno y aburrido, podemos combinar diferentes tonos tierra que aporten dinamismo y volumen.
Después de dejarnos seducir por esa serena atmósfera en tonos tierra, nuestra mirada se dirige a los materiales que tienen un papel protagonista para lograr ese efecto tan natural y relajado. Y es que Mama Campo está decorado con piezas de más de cuarenta artesanos, tanto nacionales como internacionales, que han puesto su talento al servicio de este espacio.
Riqueza de materiales
Así, nos sorprenden materiales naturales como la madera noble, los accesorios en ricas fibras vegetales y las piezas recicladas que ponen ese inconfundible toque personal al restaurante madrileño. Nos llaman la atención los techos y paredes de bambú, cemento y adobe, las esteras de esparto y el colorido que desprenden algunos divertidos muebles. Piezas completamente diferentes y en distintos colores que se integran perfectamente en este espacio, logrando una decoración ecléctica y verdaderamente única.
La espléndida distribución de los muebles, así como los grandes ventanales del restaurante, permiten que la luz natural invada el espacio, potenciando la belleza de su decoración y logrando un ambiente todavía más sereno y relajado. Sin embargo, cuando cae la noche, el local se ilumina con las sutiles lámparas que lucen bombillas a la vista.
Diseños y jóvenes talentos
En Mama Campo las sorpresas nos esperan en todas partes. Por algo jóvenes diseñadores nacionales y de medio mundo han contribuido a hacer de cada rincón, un lugar único, que es un ejemplo de creatividad. El cuarto de baño es un buen ejemplo. El baño está pintado como si se tratara de una viñeta de cómic. Una auténtica obra de arte que está firmada por el artista Bruno Gavira.
Si te apetece descubrir la belleza de este restaurante y colmado, no olvides que lo encontrarás en el número 22 de la emblemática calle de Trafalgar de Madrid.
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