Muchas veces, al comprar una nueva vivienda o al adquirir una de segunda mano, nos encontramos con cosas que no son de nuestro agrado, cosas que nos gustaría cambiar con un poco de esfuerzo y dedicación. Una de esas puede ser el gotelé de las paredes, esas gotitas que perduran secas con el paso del tiempo y que dan un efecto distinto a toda una habitación o salón.
El gotelé muchas veces sirve para disimular defectos en las paredes, pues estas a veces se hacen con mucha prisa y no quedan como deberían. Por suerte, retirar el gotelé es mucho más fácil de lo que imaginas. Sólo tienes que tener un poco de paciencia para seguir los pasos que te describimos a continuación.
Lo primero de todo es averiguar el tipo de pintura que hay en las paredes. Si es temple, puedes estar contento, pues se va fácilmente con un poco de humedad. Mojando los parámetros con un pulverizador y esperando un rato, lograremos retirar la capa con una espátula y sin demasiado esfuerzo.
Si por el contrario es pintura plástica, los problemas serán mayores. Esta resiste la humedad y es fácilmente lavable. Eso significa que tendremos que decidir si retirarla o alisarla con otro producto. Si optamos por retirarla, lo mejor es darle una mano de cola para papel pintado y rascarlo todo una vez se haya secado.
Una vez quitado el gotelé, tendremos que esperar a que las paredes se sequen por completo. Entonces veremos que la pared no presenta un relieve totalmente liso. En ese caso tendremos que alisarla antes de empezar a pintar. El Aguaplast nos puede servir.
El siguiente vídeo te muestra todos los pasos de una forma sencilla: