La manera en la que pintes una estancia será determinante para poder conseguir una decoración más o menos bonita, ya que de nada vale tener muebles y elementos decorativos muy llamativos y que combinen bien si después pintas la estancia con un color o una técnica que no le pega nada. Hay gente que no suele pintar las estancias cuando quiere cambiar la decoración ya que piensa que es un jaleo y que lleva mucho tiempo, pero lo cierto es que en un par de días puedes conseguir una estancia totalmente renovada y sin mucho esfuerzo.
Hoy me gustaría mostrarte cómo pintar el cuarto de baño, consiguiendo así que esta estancia de la casa tenga un aire totalmente renovado y que te sientas mucho más a gusto en ella. Es importante que lo hagas con ganas ya que así lo harás antes y será mucho más divertido, así que prepárate un fin de semana y verás que no es para tanto como se suele pensar. Consigue con antelación la pintura, brochas y todo lo necesario para que así todo sea más rápido y no pierdas tiempo.
Pintar el cuarto de baño
Es importante tener muy claro qué color quieres para las paredes, buscando no solo que sea un color que te guste sino que se adapte perfectamente al espacio en el que lo vas a utilizar. Si el baño es pequeño, será indispensable elegir un color en una tonalidad clara para poder aprovechar al máximo la luz y que la estancia parezca más amplia de lo que en realidad es, lo que hará que todo luzca mucho mejor.
Para elegir el color ten en cuenta también los demás colores que hay en el baño, como por ejemplo los de muebles, cortinas y accesorios. Tienes que elegir colores que combinen entre ellos o que contrasten, pero siempre siendo un contraste agradable. Procura no elegir colores oscuros ya que son colores que siempre agobian un poco en estas estancias, a no ser que sea muy grande que entonces no habrá problema ya que podrás restar ese efecto combinando varios colores.
También es importante tener las paredes en perfecto estado antes de ponerte a pintarlas. Revísalas por si hubiera alguna grieta, desconchón o daño que hubiera que reparar.