Las emociones forman parte de tu vida. En tu día a día, en los distintos escenarios de tu existencia, convives con emociones. Sin embargo, no siempre damos la importancia necesaria a este espacio de nuestra vida. La escucha activa, la empatía, la comunicación asertiva y la autoayuda son conceptos habituales en el ámbito de la psicología positiva. Sin embargo, el bienestar también puede materializarse a través del lenguaje de la decoración como muestra la perspectiva del interiorismo emocional.
Decoración que expresa emociones
Este método de interiorismo es aquel que te permite identificar como propio un espacio, es decir, te ayuda a conectar el concepto de casa con un verdadero hogar que sientes como propio. ¿Y por qué esto es tan importante desde la visión de esta premisa? Porque tu casa es el escenario en el que vives algunos de los momentos más importantes de tu existencia; es un lugar de intimidad. Pasas tantas horas de tu semana en el interior de tu hogar que bien mereces hacerte el regalo de decorar el espacio atendiendo a tu propia necesidad de crecimiento interior.
Esta filosofía de interiorismo trasciende al plano del diseño para conectar con el ámbito espiritual que es el que aporta sentido a esta perspectiva. Tu casa es especial porque es tuya. Por esta razón, la decoración también debe ser, según este contexto, un reflejo de tus anhelos y un vehículo para expresar relax, serenidad y calma. Estímulos de bienestar para tu vida.
La belleza expresada a través de las emociones felices
A partir de la interpretación de esta estética, la verdadera belleza decorativa no se mide en términos objetivos de diseño, sino en emociones agradables como la ilusión, la gratitud y la motivación. Esto implica llevar el humanismo hasta el corazón de tu hogar al recordar que la familia que habita ese espacio es el centro de todas las decisiones. Esta forma de entender la decoración te lleva a profundizar en tu propia vida emocional. De este modo, tu hogar representa tu universo particular. Un lugar al que volver siempre y al que estar vinculado emocionalmente cuando estás lejos.
Una información que no aparece reflejada en el estudio de los planos de la vivienda y que, sin embargo, puede ser trascendente para hacer que una casa sea un hogar (de la primera idea no se deduce la segunda de manera necesaria). De este modo, tu casa es un lugar en constante creación y actualización puesto que el entorno es dinámico al igual que tu propia esencia personal que evoluciona con la edad, las nuevas experiencias y la madurez. Por tanto, este tipo de lenguaje pone una atención especial al presente porque describe la realidad del momento en el que te encuentras. Al estudio de los planos de la vivienda, también hay que sumar el análisis complementario del marco emocional como forma de ser y estar.
Comienza por poner orden en el caos
Para comenzar con el proceso de definir una estancia emocional, es recomendable comenzar con la acción previa de eliminar todo aquello que sobra puesto que la tendencia hacia la acumulación materialista dificulta el objetivo necesario de establecer una preferencia de expectativas entre aquellos elementos que realmente tienen que estar en casa porque son emocionales para ti. Es decir, tienen una historia o un valor que conecta con tu estado de ánimo. Este es el mejor modo de simplificar para volver a crear desde el corazón.
Uno de los libros que puede acompañarte en este plan de acción de reordenar las distintas estancias de tu casa es La magia del orden escrito por Marie Kondo. Un título que se ha convertido en un bestseller.
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