Al iniciar el proceso de decorar el hogar es habitual poner el punto de atención en aquellos elementos que llenarán el espacio. Mobiliario, complementos y accesorios aportan colores, volumen y ritmo a cada uno de los cuartos. Pero la belleza decorativa no solo parte de la presencia de aquellos elementos que visten un entorno, sino también de la ausencia de aquello que expresa el vacío.
La importancia del vacío en la decoración
El espacio negativo, pese a su nombre, resulta muy positivo en el contexto del hogar. Gracias a la creación intencional de zonas que ponen de relieve esta cuestión, es posible evitar el error de llenar hasta el infinito un ambiente. Una saturación que produce una decoración recargada que genera ruido visual.
Existen estancias que, al ser más grandes, resultan especialmente propicias para potenciar este efecto en el conjunto. Esta creación de un vacío intencionado consigue dar una mayor visibilidad a aquellos elementos que sí visten un lugar. Por ejemplo, aunque una de las tendencias de decoración es embellecer una pared con un mural de cuadros, también es posible presentar una única imagen desde el espacio negativo.
A través de la integración de este concepto en el plan de acción decorativo es posible reforzar el foco de la pieza principal que quieres realzar en el contexto. Este tipo de ingrediente es especialmente necesario en estancias grandes como el salón, el comedor o la cocina. Este término no solo es importante para decorar un lugar, sino que un espacio que transmite esta armonía aporta bienestar. Los lugares que integran el espacio negativo son sinónimo de equilibrio.
Existen distintas fórmulas para realzar la amplitud en cualquier hogar, también en casas pequeñas. Una de las técnicas utilizadas es esta. El espacio negativo da lugar a viviendas que ganan amplitud a través de este contraste entre aquello que está presente y aquello queda libre de cualquier objeto decorativo. Así como en un proceso de decoración consciente, cada detalle posee su razón de ser, el vacío también tiene un significado propio. Es decir, no es el resultado del azar.
Potenciar el efecto del contraste en la decoración
Es posible crear distintos contrastes en la decoración del hogar mediante la utilización del color, las texturas, los estilos y las líneas rectas o curvas. Pero también es posible potenciar esta comunicación entre elementos diferentes mediante la oposición existente entre la esencia del vacío y todo lo demás.
Decorar un espacio va más allá de llenarlo con distintos elementos. En ese caso, sería imposible mantener el foco en un elemento principal. Por tanto, aunque el protagonismo en el diseño prioriza la belleza de aquello que sí está en un lugar, el encanto visual de un mueble, una obra de arte o un ramo de flores es todavía mayor cuando un entorno también integra con maestría el espacio negativo.
Cómo integrar el espacio negativo en la decoración
Este matiz es muy necesario en la decoración de interiores. Sin embargo, que este vacío sea significativo no implica que sea necesario integrarlo en exceso. Es recomendable añadir este componente con moderación. Así como no conviene recargar un cuarto, tampoco se trata de dejarlo prácticamente vacío. Darás con la clave de este equilibrio a través de la observación y la experimentación de aquel look que mejor viste el salón, la cocina, el recibidor o el dormitorio.
El espacio positivo es relevante, pero este lenguaje visual se completa con su opuesto como hemos comentado en este artículo. Existe un estilo de decoración que muestra esta perfecta fusión entre ambos tipos de espacios: el diseño minimalista decora desde la simplicidad de su esencia.