En China, hace unos 3.500 años, nació el Feng Shui, que por su traducción significa «Viento y Agua». El objetivo principal de dicha corriente filosófica tiene que ver con la energía positiva que atraemos para vivir en paz y armonía, para lo cual es imprescindible mantener el orden y la limpieza en el hogar, ya que es la única forma de alcanzar el equilibrio a través de los cinco elementos básicos de la naturaleza: madera, fuego, tierra, agua y metal.
Su creador estableció una serie de pautas que mucha gente trata de seguir, pero lo cierto es que a veces es complicado cumplirlas. Más que nada porque en aquel entonces no existían los problemas decorativos con los que nos encontramos hoy en día.
¿Dónde está la luz natural?
Sin luz no hay energía, así de simple. El problema es que la luz artificial no cumple con la misma función que la luz natural según el Feng Shui, así que más de uno lo tiene crudo para crear espacios luminosos.
En los pisos actuales, a diferencia de donde se vivía hace miles de años, solemos toparnos con el problema de la escasez de luz natural, algo que no solo tiene que ver con la orientación, ya que el principal obstáculo suelen ser los bloques de pisos que tenemos a pocos metros de distancia. Antiguamente todo eran casas y la luz fluía sin problemas. Así cualquiera.
Espacios recargados por falta de metros cuadrados
El Feng Shui no es amante de los ambientes recargados. Todo lo contrario. El orden, la amplitud y la limpieza son fundamentales. Lo malo es que en un piso pequeño es más complicado evitar que un espacio esté recargado. Hay objetos de los que no podemos deshacernos así como así, y la falta de espacio de almacenaje provoca que en ocasiones estén a la vista y muy cerca los unos de los otros.
¿Por qué no guardar objetos debajo de la cama?
Las camas con canapé abatible llegaron para quedarse por las numerosas ventajas que ofrecen. Sin embargo, el creador del Feng Shui se tiraría de los pelos al ver que guardamos objetos debajo de la cama. Es algo que no recomendaría porque va en contra de la energía positiva, pero creo que la mayoría de familias no están por la labor de aplicar sus normas en este caso. ¿Qué haríamos con el edredón de invierno o con la ropa que está fuera de temporada?
Quién tuviera un recibidor espacioso…
El Feng Shui pone especial énfasis en el recibidor, que es el encargado de darnos la bienvenida. Se recomienda que sea amplio y luminoso, pero una vez más nos topamos con los problemas de falta de espacio y luz natural. ¿Significa eso que entraremos con mal pie? No creo, pero todo depende de lo mucho que creas en los preceptos que supuestamente atraen las buenas energías y el bienestar.
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