Lo normal cuando prevés una reforma integral de la cocina o de cualquier otro espacio de la vivienda es acudir a una tienda de decoración. Allí te atenderán profesionales en la materia que te guiarán durante todo el proceso. Pero antes de comenzar a comprar muebles sin ton ni son, es preferible pedir uno o varios presupuestos para saber cuál es el desembolso a efectuar. Te damos unos consejos para evitar que en la tienda te inflen el presupuesto y la reforma salga más cara de lo que pensabas.
A la hora de reformar la cocina puedes o buscar los muebles y materiales por tu cuenta o comprarlo todo en el mismo lugar. Lo más probable es que te ahorres un dinero si visitas varias tiendas de decoración, comparas precios y compras cada cosa en un sitio diferente. No obstante, lo que ahorres lo gastarás en desplazamientos.
Participar en todo el proceso
Cuando pidas un presupuesto para reformar la cocina, si al final lo aceptas, déjale claro al decorador que te consulte cualquier cambio que vaya a realizar. A veces si les falta en el almacén algún material lo suelen sustituir por otro que encarece el precio.
Si la reforma requiere la intervención de electricistas, fontaneros y profesionales de otros sectores, consulta antes los precios por separado. En ocasiones suele ser más económico contratar varias empresas para la obra que lleve todo el proceso solo una. Aunque siempre se puede negociar una rebaja con ésta.
Los muebles modernos no son siempre los mejores. Pide ver el mobiliario de cocinas que hay en stock porque se ha quedado obsoleto. Se pueden conseguir combinaciones realmente preciosas y baratas.
Por último, recuerda que junto al presupuesto la empresa de decoración debe aportarte un plano de la distribución de los elementos en la cocina para que veas cómo quedan. En ese presupuesto ha de incluirse el coste del mobiliario, el de la mano de obra, así como el de la intervención de fontaneros, carpinteros o electricistas. Cuando te lo enseñen, quédate con una copia para evitar disgustos.