Es importante planear una mudanza con tiempo y de forma organizada para evitar dolores de cabeza. No es nada fácil transportar todos los muebles y electrodomésticos de la antigua vivienda a la nueva. Por eso, conviene que tengas en cuenta una serie de cosas antes de iniciar una mudanza.
– Planifica con suficiente antelación los preparativos de la mudanza para fijar un orden el día en el que se inicie el traslado. Los más recomendable es hacerlo 2 o 3 meses antes. Ten en cuenta que se tiene que notificar el cambio de vivienda a alguien que se quede a cargo, ya sea el dueño o la inmobiliaria.
– Compra cajas porque te harán falta para transportar los objetos más pequeños. Desármalas y apílalas mientras no las utilices, todo ello para que ocupen el mínimo espacio posible. Los periódicos y las revistas antiguas también te servirán como embalaje.
– Las cajas que elijas tienen que ser sólidas y no muy grandes para poderlas manejar con relativa comodidad. Refuérzalas aplicando dos o tres bandas de cinta aislante cruzadas en la base de la misma. Crea bolas con papel de periódico y colócalas en el fondo de las cajas. Estas evitarán que los productos colocados queden dañados por los golpes. Además, para más seguridad, puedes colocar unas toallas o telas alcolchadas en las esquinas. Por último, no olvides cubrir los objetos más delicados con plástico-burbuja para evitar golpes o roces con otros objetos que irán en las cajas. Ubica los objetos más pesados en el fondo de las cajas y cúbrelos con papel para amortiguar el peso de la siguiente capa.
– Refuerza los cristales de los cuadros con la ayuda de cinta de carrocero. Colócola en tiras en forma de cruz para evitar que el cristal se astille. Otros objetos de cristal como vasos o copas deberán ser cubiertos con más de una capa de papel o con plástico-burbuja. No los coloques nunca en posición horizontal. Si quedan espacios vacíos en la caja, rellénalos con papel para evitar golpes y rebotes cuando se produzcan movimientos bruscos.
– Lo mejor es que cada caja contenga los elementos de una misma sección de la casa. Por ejemplo, los platos, cubiertos, vasos y demás, es bueno agruparlos en una caja a la que llamaremos «Cocina». Para saber cómo se tiene que colocar la caja, es conveniente escribir «Arriba» en la parte que tiene que quedar mirando al techo. En el caso de que contenga elementos frágiles, indícalo debidamente.
– No empaquetes nunca objetos inflamables como pinturas, aerosoles, líquidos de limpieza o lacas.
– Para empaquetar la ropa, retira las prendas del armario con las perchas puestas. Junta varias y une sus respectivos ganchos con una cinta. Con ello facilitarás la manipulación de las mismas. Enfunda todo el conjunto de prendas para protegerlas.
– Aprovecha para deshacerte de los objetos inservibles que han estado ocupando tu antigua casa. Es un buen momento para ello. Empieza embalando los artículos que no sean de primera necesidad como ropa fuera de temporada, cds, libros y objetos de decoración.
– Recuerda notificar el cambio de vivienda a las compañías de electricidad, telefonía, agua y gas.
– Para no complicarte la vida, haz una fotografía a los objetos con más valor para que el seguro te los cubra en caso de rotura. Lo mejor es que en ese caso recurras a especialistas en mudanzas.
– Apila todas las cajas y bultos en un rincon de las habitaciones para que se pueda circular sin problemas. Prepara una maleta donde estén todos los objetos que vas a utilizar a diario (desodorantes, cepillos de dientes, medicinas, despertadores…)
– Ya en la última semana, indica a los responsables de la mudanza dónde deberán ir las cajas más pesadas en la nueva vivienda. Para ello es importante que dibujes un plano orientativo de la misma.