Amor a primera vista. Eso es lo que he sentido cuando he visto este fantástico apartamento de estilo industrial que se encuentra en Copenhague, Dinamarca. Morten Bo Jensen, Jefe de Diseño de Vipp (una empresa que fabrica productos y accesorios para la cocina y el baño), es quien vive entre sus paredes para envidia de todos los que contemplamos todas y cada una de las estancias que forman parte de su hogar.
Junto a su novia Kristian May Olsen, que por cierto es diseñadora, y sus dos hijos gemelos de 5 años, pasa sus horas en lo que podríamos catalogar como un loft de estilo neoyorquino que ha sido reformado por completo. Lo que antes era una antigua fábrica de 1900, ahora es un espacio totalmente restaurado para vivir con todo tipo de comodidades en pleno siglo XXI.
Remodelación desde cero
Nos cuenta que el apartamento estaba totalmente vacío, por lo que fue difícil saber por dónde empezar la revolución. Pensaron en la funcionalidad y en la eficiencia como puntos de partida y se pusieron manos a la obra cuidando todos los detalles que tienen que ver con la arquitectura, la decoración y la ubicación de cada elemento.
Los muebles los ha diseñado él mismo y ha instalado una cocina con forma de isla y tres armarios que le permiten mantener el orden. Todo recurriendo a las soluciones de la marca para la que trabaja, faltaría más.
Como se puede apreciar en las imágenes, no existe separación alguna entre la cocina, el comedor y el salón, donde parece ser que no hay sitio para un televisor.
Acogedor e idóneo para los amantes de la lectura
Para lo que sí hay sitio es para los libros. Los vemos en el salón repartidos en cinco módulos y en lo que parece ser un pequeño estudio con una estantería que aprovecha todo el espacio disponible. También llama la atención el detalle de la chimenea eléctrica, que por esos lares es del todo imprescindible para soportar las bajas temperaturas del invierno. De ahí que también haya un enorme hueco en la pared donde se almacena leña para quemar.
El baño es tal vez la parte más apartada de todo el conjunto. Y es normal que así sea, porque es donde todos buscamos intimidad. La bañera acapara todo el protagonismo, pero también hay una ducha con el espacio suficiente para relajarse. Hay un espejo, una lámpara que cuelga del techo, varios módulos de almacenaje y algún que otro estante. Por eso todo está en orden.
Como podrás comprobar tú mismo a continuación, el blanco y los tonos neutros acaparan todo el protagonismo de este apartamento de estilo industrial que no resta muy distante de lo que proclaman los fans de la decoración nórdica.