Sea cual sea el estilo de decoración de tu casa, una planta siempre servirá para aportar vida y color en prácticamente cualquier habitación. Sean de interior o de exterior, las plantas siempre aportan color y alegría para hacer más acogedora una estancia. Además, son unos magníficos purificadores de aire, ya que sirven para reducir los niveles de polvo y dióxido de carbono del ambiente, oxigenando la habitación.
Una planta puede encajar en prácticamente todos los rincones de una casa. Son perfectas para el recibidor, el salón o el comedor; pero también encajan en las escaleras e incluso en el baño. Sea cual sea el lugar elegido, siempre hay que tener en cuenta las condiciones de luz de estos rincones para escoger la especie más adecuada.
También es importante saber elegir bien las macetas, ya que estas pueden sumar o restar a la decoración del conjunto de la casa. Si el estilo es más moderno podemos decantarnos por macetas de vidrio, mientras que otros materiales, como es la madera, están reservados para las decoraciones más clásicas. Las especies de planta más utilizadas son los helechos, los cactus y algunos tipos de palmas.
Conseguir una distribución armoniosa
Es fundamental tener en cuenta cómo conseguimos la distribución más armoniosa antes de escoger la ubicación de la planta. Si decidimos colocarla en el salón o la sala de estar, tenemos que tener en cuenta que lo más adecuado es conseguir un ambiente alegre, elegante y confortable. Por lo general son espacios más amplios que piden plantas con hojas más grandes. Una buena opción puede ser instalar un jardín vegetal que aportará frescor y alegría.
La cocina es un hábitat extremo para los vegetales. Aquí tendrán que soportar las temperaturas altas que se generan cocinando y conviene buscar plantas que se adapten a estas circunstancias. Una buena opción es cultivar aquí hiervas aromáticas que estarán siempre a mano para cocinar.
En el baño necesitaremos especies que se adapten a las condiciones de humedad. Los helechos son los mejores, ya que absorben la humedad y sirven para purificar el ambiente. Es importante colocarlos siempre cerca de las ventanas para que obtengan la máxima luz natural posible.
Quizá el espacio más sencillo para colocar una planta sea el recibidor, que por otra parte, suele ser el gran espacio olvidado de una casa. Lo mejor es utilizar una especie vistosa que le dé vida a la entrada, ya que así conseguiremos dar una inmejorable primera impresión de nuestro hogar.