¿Estás pensando en instalar una piscina en tu jardín? Pues debes saber que de un tiempo a esta parte se están poniendo de moda las piscinas de arena, esas que hasta no hace mucho solo se podían ver en parques acuáticos y hoteles.
Si te decantas por esta opción, tu jardín adquirirá el aspecto de una playa paradisíaca. ¡Te contamos más sobre esta tendencia a continuación!
Componente paisajístico
Optar por una piscina de arena te permitirá tener una auténtica playa privada en el jardín. En este tipo de piscinas el componente paisajístico es predominante. Lo que nosotros te recomendamos si optas por esta alternativa, es prestar especial atención a la decoración del resto del jardín. Por ejemplo, puede ser una fantástica opción que llenes el espacio de palmeras y plantas tropicales. Por supuesto, las rocas y las piedras también pueden quedar geniales.
En qué consisten
Lo normal es que este tipo de piscinas cuenten con un revestimiento superficial compuesto de diferentes materiales, aunque predomina la arena, que queda adherida al hormigón o a materiales más ecológicos como, por ejemplo, la arena de cuarzo, con el objetivo de recrear el aspecto de una playa.
Ventajas e inconvenientes
Una de las grandes ventajas de este tipo de piscinas es que se adaptan a todo tipo de terrenos. Además, como se pueden escoger diferentes tonos de arena, se pueden integrar perfectamente con el entorno. Por si fuera poco, independientemente de que la arena esté seca o mojada, la superficie es antideslizante.
Eso sí, es importante que tengas en cuenta que este tipo de piscinas también tienen algunos inconvenientes. Por ejemplo, debes saber que requieren de más espacio que las convencionales. Además, la limpieza es más complicada. Es más, hay que vaciar la piscina cada pocos años para volver a aplicar resina y que la arena no se disgregue. Lógicamente, su precio también es mayor.