Pinturas antigrafiti


Muchos artistas callejeros se pasan las horas pintando paredes, los conocidos grafitis son parte del paisaje urbano, los podemos encontrar en todos los rincones, fachadas, persianas metálicas de locales e incluso en los vagones de tren. Un debate entre el vandalismo o la creación artística. Pero lo cierto es que muchos comerciantes tienen grandes problemas para eliminar el grafiti de sus muros. Los aerosoles y rotuladores que se emplean se resisten ante la limpieza con agua y detergentes. Lo ideal es aplicar productos y disolventes específicos que permiten remover con más facilidad estos dibujos. Pero desde hace un tiempo ya es posible prevenir las pintadas, la industria ha desarrollado una gama de barnices especiales que, tras su aplicación, impiden que otras pinturas se fijen en las superficies.

Las denominadas pinturas antigrafiti son una especie de barnices incoloros, con acabado semibrillante o mate a elegir, que por su composición forman una película protectora sobre la que es imposible pintar encima. Cuando se intenta, los aerosoles y rotuladores no terminan de adherirse, la pintura se puede eliminar con mayor facilidad, basta con tirar agua sobre la superficie para retirar los colores. Esta pintura antigrafiti es de aplicación con brocha, rodillo o pistola neumática. Para un rendimiento óptimo, es suficiente con una única capa de producto, aunque si la superficie que se trata es de ladrillo, hormigón, piedra, mármol o acero inoxidable, es conveniente aplicar una capa de imprimación previa para asegurar el buen agarre del producto. Si la pared ya está pintada, no es necesario el paso previo de la imprimación.

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