Un porche o una pérgola en el exterior de la casa dan mucho juego. No solo porque son elementos decorativos que aumentan el valor estético de la zona del jardín, sino porque nos protegen del sol y nos aportan fresca sombra cuando queremos disfrutar de los días de verano sin que nuestra piel o nuestros ojos sufran las consecuencias. El problema de estas estructuras es que levantarlas supone un trabajo importante, y muchas veces también un coste monetario considerable…
Pero como casi siempre, existe una alternativa perfecta: las pérgolas tipo “vela”, como la de la foto. Son telas que se tensan y se tienden creando una zona de sombra perfecta para poder disfrutar del jardín sin miedo al sol.
Además del alivio que esto supone, estas pérgolas textiles son muy decorativas y elegantes: como su propio nombre indica, evocan las velas de los barcos y en muchas ocasiones están elaboradas con el mismo material. La que podéis ver en la foto ostenta un precioso color azul poco común en este tipo de elementos, y mide 3,6 metros de lado. Las telas de las que están hechas estas cubiertas son siempre impermeables, resistentes a la intemperie y también a la decoloración que podrían sufrir por efecto de los perniciosos rayos UV.
En este caso, la pérgola cuadrada Kookaburra (sí, se llama así) tiene una importante ventaja con respecto a otras similares, y es que el tejido con el que está hecha es compacto. Por lo general, estas velas suelen tener pequeños poros que dejan pasar un 10% de los rayos UV, que pueden llegar a ser dañinos para las pieles sensibles: este modelo evita este porcentaje, pero al mismo tiempo permite la eliminación del aire caliente. El tejido es de poliéster de alta densidad, impermeable y que bloquea el 98% de los rayos UV. Además, se puede lavar en lavadora y su precio es de apenas 80 euros. Puedes encontrar este modelo en la web de Primrose, y otros similares en cualquier centro de bricolaje.