En estas fotos vais a descubrir un pequeño y acogedor apartamento que se encuentra en Barcelona. Su interior fue reformado a fondo y adaptado a las necesidades de la pareja que lo habita. Lo que más me ha llamado la atención es lo ecléctico de su decoración y las ideas tan buenas que tienen los espacios para aprovechar los metros cuadrados al detalle.
Además, en el piso se han combinado viejos revestimientos e instalaciones industriales vistas con agradables detalles decorativos, consiguiendo este efecto tan original y atractivo.
El pequeño tamaño del inmueble hizo necesario derribar tabiques y dejar espacios diáfanos. Así, desaparecen los huecos inútiles, y las estancias se vuelven más grandes y multifuncionales. Como podéis ver en la foto de la izquierda, se ha utilizado una estantería blanca de Ikea para que sirva como separador de ambientes y, al mismo tiempo, sistema de almacenaje. Es una idea excelente… Como también lo es dejar vistas las vigas de metal y de madera del techo, tan bonitas como auténticas.
Y es que los techos altos de este apartamento permiten gran cantidad de soluciones, como por ejemplo establecer un dormitorio en un altillo. Este espacio se sitúa sobre el cuarto de baño, creando así una función dos en uno que resulta perfecta para el piso. En cuanto al mobiliario, como podéis ver el presupuesto se ha reservado para algunas piezas de calidad y más espectaculares, como por ejemplo el gran sofá de cuero negro; y el resto de los muebles son más económicos e ingeniosos, como la mesa de centro hecha con un palet con ruedas. Atención también a las enormes tuberías del aire acondicionado: ¿a que quedan estupendas en combinación con las vigas de madera y el ladrillo viejo? Por cierto, este ladrillo se descubrió al picar algunas paredes, y en lugar de rejuntearlo o cubrirlo se optó por dejarlo tal cual y otorgarle todo el protagonismo que se merecía.