Si tu edificio tiene más de 50 años, lo más seguro es que tus paredes sean de ladrillo macizo, ya que este tipo de ladrillo es el que se utiliza para hacer paredes de carga, que es precisamente la estructura que se utilizaba antes del uso masivo de estructuras con pilares. Puede, incluso, que tus paredes estén construidas con piedra natural, material utilizado durante la edad media y hasta no hace mucho en las casas de campo.
Ahora, más de medio siglo después, los ladrillos se han convertido en protagonistas de la decoración de interiores, especialmente en lofts y en construcciones de estilo industrial. Así, para darle un aspecto más moderno y personal a tu hogar, solo tienes que retirar la pintura antigua y el yeso y dejar al descubierto la pared.
En todas las estancias
Lo mejor de este tipo de paredes es que quedan bien en todas las estancias de la casa: salones, dormitorios, baños, cocinas… Debes tener en cuenta que no es necesario que el ladrillo ocupe todas las paredes de la habitación en cuestión. De hecho, con que se pueda ver en una o en algún detalle específico, como un arco de paso de una estancia a otra o un pilar puede ser suficiente. En las imágenes que te ofrecemos en la galería, podrás comprobarlo con tus propios ojos.
Naturales, lacadas en blanco o de colores
Si tienes la suerte de poder contar con paredes de ladrillo visto en tu hogar podrás optar por diferentes opciones. Así, podrás dejar el ladrillo en su estado natural o lacarlo en blanco. Además, si quieres, puedes añadir algún desperfecto para que las paredes tengan un aspecto envejecido. Incluso, puedes pintar el ladrillo de otros colores.
Imitaciones
Si quieres tener este tipo de pared en tu hogar pero no es de ladrillos o, simplemente, no tienes ganas de hacer obras, puedes instalar paneles de imitación, que aunque no lo creas, son muy realistas.
