Cualquier empleado de oficina sabe de la importancia de las sillas a la hora de trabajar durante ocho horas o más sin mover el culo de las mismas. De lo cómodas que sean dependerá que la espalda y el cuello estén en mejores o peores condiciones, aunque también es verdad que la postura adoptada tiene mucho que ver en el estado de salud que presenten.

Como sabrás, en el mercado es posible encontrar sillas de oficina que cuestan entre 20 y 45 euros. Son las más baratas, y desde luego que no son las más recomendables. Para garantizar el máximo confort y prevenir futuros problemas de espalda, hay que apostar por modelos como los que verás a continuación. Eso sí, el más barato cuesta 129 euros y el más caro se dispara hasta los 1.355,20 euros. El primero, con un esfuerzo, se lo puede permitir un autónomo que a duras penas puede llegar a final de mes, pero el segundo está reservado a directivos de grandes empresas a las que no les supone un gran gasto. No obstante, pensar en una silla de oficina de calidad es pensar en algo tan importante como la salud.
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