La habitación del bebé ha de prepararse semanas antes de que éste nazca. Es justo en ese momento cuando se dispone de más tiempo libre para preparar todo lo relativo al nuevo miembro de la familia. Al principio bastará con pintar y remodelar la habitación y colocar una cuna y un cambiador, pero con el paso del tiempo será necesario equipar la habitación del bebé con más muebles.
A la hora de comprar la cuna todos los padres temen que no sea lo suficientemente buena y que el niño no descanse bien en ella. Lo fundamental es que se trate de un modelo seguro que proteja al bebé y que no se vuelque con facilidad. Escoge una que sea grande que le sirva hasta que cumpla el año y medio o los dos años y pueda dormir en una cama.
Los colores, acabados y decoración de la cuna dependen del presupuesto de cada familia. Si puedes permitírtelo, apuesta por una de esas cunas que se convierten en cama. Así el niño podrá seguir aprovechándola.
Bañera y cambiador
Junto a la cuna, en la habitación del bebé tampoco puede faltar la bañera y el cambiador. Se pueden comprar tanto juntos como por separado, aunque la primera opción es la que más económica saldrá. Existen cambiadores plegables o tipo mueble para poder guardar dentro la ropita de bebé.
Una opción muy económica para la familia es reconvertir un mueble en cambiador. Solo tendrás que comprar una pequeña colchoneta y ajustarla en la parte superior de la cajonera y ya tendrás tu cambiador. Fácil y barato.
Muebles para los juguetes
A medida que el bebé crece aumentarán considerablemente sus juguetes. De ahí que la habitación deba tener mobiliario donde guardarlos.
Los baúles pueden hacer las veces de silla para sentarse, si bien son difíciles de transportar. Por eso, te aconsejamos los baúles con ruedas para que puedas cambiar fácilmente de sitio los muebles de los juguetes.