Los muebles de fibra vegetal aportan a aquella estancia donde los coloques un aire muy acogedor y especial, muy natural y fresco. Este tipo de materiales se pueden encontrar tanto en ambientes exteriores como interiores, en mesas o sillas, cestos, lámparas… Existen dos tipos generales, las fibras rígidas como el bambú o el ratán, o las semirígidas, como el esparto, junco o sisal. Hoy en este artículo veremos algunas ideas para utilizar este tipo de fibras naturales para los muebles de tu hogar. ¿Te apetece conocerlas?
El mantenimiento
Los muebles de mimbre, por ejemplo, puedes limpiarlos habitualmente con un paño mojado con agua caliente y sal gorda. Si quieres hacer una limpieza más profunda puedes usar máquinas de vapor o un aspirador para que lleguen bien a las zonas trenzadas, que es donde más polvo y suciedad se llega a acumular. Por otro lado, si observas que estas fibras se han roto o despegado es importante que las pegues cuanto antes para que el mueble no se te vaya desmontado a trocitos y que sea más fácil la reparación. Aplica cola blanca con un pincel y sujeta la parte que has pegado una cinta adhesiva o unas pinzas que hagan presión.
El mimbre
El mimbre es una fibra natural resistente y a la vez ligera, perfecta para crear ambientes muy naturales y acogedores en cualquier lugar de tu casa. Esta fibra se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces y se ha utilizado para hacer muebles o accesorios de decoración desde la época de la Edad Media. El arbusto puede tener hasta tres metros de altura y de él se obtienen unas varillas que son las que se utilizan para confeccionar los muebles o para hacer cestería.
Los crujidos
Habrás notado que los muebles tipo sillas o sofás de fibras vegetales crujen. Esto lo puedes evitar aplicando al mueble en cuestión un aceite limpiador para maderas, sobre todo prestando especial atención a las juntas.
Barnizar y pintar
Si te apetece pintar o darle una capa de barniz a tu mueble de fibra vegetal hazlo con una pistola o aerosol, para que así penetren mejor en las fibras y entre las zonas trenzadas, de más difícil acceso.
El bambú
El bambú es otra de las fibras naturales que podemos encontrar para elaborar muebles. Para limpiarlos, frota con un detergente suave con un poco de amoniaco si observas que está especialmente sucio. Al igual que el mimbre, la limpieza más profunda puede hacerse con máquinas de vapor. Cuando se haya secado bien, cepilla suavemente con aceite de linaza, que servirá para proteger las fibras. Deja secar bien porque si te sientas o apoyas antes de tiempo te mancharás.
Muebles de jardín con fibras vegetales
Las fibras vegetales se utilizan también en los muebles de exterior, que deberás guardar durante los meses de invierno para que no se estropeen demasiado, porque aunque estén barnizados o tratados pueden sufrir con el frío o la humedad. Cuando vayas a guardarlos, límpialos, déjalos bien secos y alamacénalos en una habitación cerrada y envueltos con plásticos. Para volverlos a usar cuando llegue el buen tiempo pasa una esponja mojada en agua con bicarbonato y ¡a disfrutar de tu terraza!
La rafia natural
La rafia natural tiene un aspecto similar a la paja, aunque es más resistente y más dura y se puede encontrar de muchos colores. Su origen está en Madagascar y sus tallos alcanzan los nueve metros de altura. Es con sus hojas, de unos 10 metros de largo, con las que se produce la fibra natural para elaborar muebles y diversos elementos decorativos como canastos o cestos.