Si pensamos en cuáles son los recursos decorativos que tenemos a nuestro alcance para crear ambientes, la pintura es uno de los más importantes. Pintar las paredes de una habitación es la forma más fácil de cambiarla por completo. Además, decorar con pintura tiene muchas ventajas: no es una tarea demasiado complicada, por lo que podemos llevarla a cabo nosotros mismos, es asequible, económicamente hablando, y los resultados suelen ser buenos.
En un post anterior os contamos cómo pintar para crear texturas en paredes, pero hoy me gustaría hablaros de las posibilidades que os ofrecen las técnicas para mezclar pinturas para la pared. Gracias a ellas, podréis lograr un montón de efectos decorativos que enriquecerán aún más los espacios. Aquí van algunas recomendaciones.
Capa sobre capa
La clave, a la hora de mezclar pinturas para logar efectos decorativos sobre la pared, está en aplicar en primer lugar una base de color con pintura acrílica, y cuando ésta se haya secado, aplicar una segunda capa de un color más claro o más oscuro. Para lograr los mejores resultados debéis añadir a la pintura látex o medio, de forma que sea más transparente.
Tenéis varias opciones. En primer lugar, podéis pintar la pared con una base de color claro. Una vez se haya secado, aplicáis una segunda capa del mismo color pero de un tono más oscuro. Para aplicar esta segunda capa podéis emplear la técnica del esponjado, o del trapeado, o una paleta que logre un efecto decorativo. Existen diversas formas de hacerlo.
En segundo lugar, podéis hacer lo mismo pero al revés, aplicando primero el tono más oscuro y creando los efectos con el tono más claro. Es una posibilidad, pero tengo que deciros que los resultados suelen ser peores que con el primer procedimiento.
Aditivos que texturizan
Una tercera alternativa que cada vez se usa más es añadir algún aditivo acrílico a la pintura que nos ayude a crear los efectos decorativos que queremos en nuestra pared. Sirven para crear acabados nacarados y diferentes texturas.
Para empezar, retrasan el secado con lo que tendremos más tiempo para trabajar la pintura, que se aplica con esponja, brocha o trapo según el efecto deseado. Este tipo de aditivos son incoloros y pueden añadirse a cualquier pintura acrílica.