Mezclar estilos es más que una propuesta de decoración. Es una fórmula versátil que ofrece la flexibilidad deseada para crear espacios con alma. De este modo, el propietario de un inmueble juega con colores, texturas, materiales y acabados para imprimir en el interior un aire ecléctico. Mezclar estilos es una tendencia de decoración que se posiciona como un acierto seguro. ¿Cuáles son las claves de su éxito?
1. Fusionar tendencias en un mismo espacio
En un hogar que refleja un estilo principal, existe un hilo conductor perfectamente identificado. Los ambientes que mezclan ingredientes diferentes también encuentran un punto de unión que aporta una conexión al conjunto. Fusionar tendencias en la vivienda puede convertirse en un arte complejo. Es importante seleccionar cuidadosamente cada elemento y descartar aquellos que rompen con la belleza de la decoración holística.
¿Cómo integrar el sentido de la proporción en el espacio? Existen distintas técnicas de decoración que pueden ayudarte a conseguirlo. Utiliza la regla 80-20 para fusionar dos estilos. El primero es el predominante, aquel que describe la base del lugar. El segundo porcentaje tiene la función de imprimir matices y contrastes. Es decir, suma bonitas notas decorativas. La técnica 60-30-10 es ideal para mezclar tres ingredientes diferentes, pero cada uno con una intensidad distinta.
2. Acota el número de opciones
Mezclar estilos es una experiencia que alimenta la creatividad. Sin embargo, el proceso resulta complejo cuando las opciones parecen infinitas. Una de las claves de esta propuesta es reducir el número de ingredientes que forman parte de la composición final. Por ejemplo, fusiona dos o tres estilos. Y viste el interior con dos o tres tonos diferentes. En un entorno ecléctico, también puede destacar una característica predominante. Aquella que describe el lugar de forma principal.
3. Mezcla antiguo y moderno
Es una inspiración que realza la belleza de una vivienda. Lo actual y lo antiguo mantienen una perfecta relación en un escenario marcado por los contrastes. Lo moderno adquiere una perspectiva distinta cuando se enmarca en un contexto con muebles con historia y elementos recuperados. Por ejemplo, conservar la esencia de un edificio, para potenciar su mejor versión, es un objetivo habitual.
4. Espacios llenos de detalles
Es uno de los aspectos diferenciales en la mezcla de estilos decorativos. Las múltiples perspectivas imprimen un toque único a la estancia. El lugar se viste con distintos detalles que dan dinamismo a la estética del lugar. La funcionalidad es importante en cualquier estilo decorativo. La ornamentación refuerza la importancia de la belleza como un ingrediente que hace que un interior sea más acogedor todavía. Un entorno ecléctico triunfa por la mezcla de complementos y accesorios.
Uno de los complementos que triunfa actualmente es la vela escultórica. Tiene una forma artística y creativa. De este modo, no solo es un producto de iluminación, sino también una pieza de diseño.
5. Personalizar espacios
Un espacio también tiene un significado emocional. Un valor afectivo que está directamente vinculado con el mundo de la decoración. Decorar es el arte de contar una historia propia a través de los elementos que se perciben en el lugar. Y la mezcla de estilos se adapta a las necesidades de quienes quieren unificar varias tendencias en la composición definitiva.
6. Decora las paredes pero con medida
La mezcla de estilos en decoración también pone el foco de atención en las paredes. El papel pintado, por ejemplo, es uno de los materiales que triunfa actualmente. Puedes destacarlo en una o dos paredes de una habitación.
Por tanto, mezclar estilos es una de las tendencias que está de moda. Es una inspiración creativa, versátil y que se adapta a las necesidades de espacios bonitos y acogedores.