La metodología BIM ha llegado para quedarse en muchos sectores. Uno de ellos es el diseño de interiores, donde Building Information Modeling (BIM) se ha consolidado como un método de trabajo colaborativo con el que es posible sacar adelante proyectos sencillos y complejos. ¿Cómo? Uniendo de la mejor forma posible el trabajo de los distintos perfiles multidisciplinares en el mismo proyecto, centralizando la información de forma coordinada y ágil. Por ello no es de extrañar que empresas como IKEA estén desarrollando objetos BIM de sus productos y que cada vez haya más profesionales interesados en cursar un máster BIM online.
¿Qué aporta BIM al diseño de interiores?
Es evidente que el potencial de BIM puede aplicarse de forma muy eficiente al diseño de interiores. Estamos acostumbrados a ver como en otros sectores como la arquitectura y la ingeniería se le puede sacar mucho partido, y lo cierto es que cada vez tiene mayor cabida en el mundo del interiorismo centralizando la información en un entorno digital en el que confluyen numerosos profesionales.
Con la metodología BIM, tal y como se aprende en programas como el Máster BIM Manager Internacional (+VR) de la consultora especializada Espacio BIM, es posible controlar el proyecto y aumentar su eficiencia detectando a tiempo incompatibilidades e impedimentos que puedan surgir. La actualización de los cambios se produce en tiempo real y eso permite optimizar la gestión del proyecto de interiorismo y reducir tanto errores como retrasos en su finalización. Además, no hay que olvidar que se ahorran muchos costes de desplazamiento y tiempo invertido en reuniones que de otra forma se llevarían a cabo presencialmente.
El BIM aplicado al diseño de interiores permite definir muy bien los elementos constructivos, ya que podemos conocer las características geométricas y los materiales, llevando a cabo un trabajo visualizable en 3D con el que se puede establecer un presupuesto realista de forma rápida y sencilla.
Como he comentado anteriormente, cualquier cambio que se lleve a cabo durante el proyecto se refleja en tiempo real. Eso significa que un cambio en el modelo 3D se propaga a los planos del proyecto de forma automática, algo que sin lugar a dudas se traduce en un gran ahorro de tiempo.
En términos de mobiliario la metodología BIM es especialmente útil, algo que explica por qué IKEA ha decidido dar el paso de implementarla en su empresa. Utilizar objetos 3D brinda mucha información con la que pueden trabajar profesionales que deben elaborar presupuestos lo más ajustados posible a la realidad, algo que es el día a día de miles de interioristas. Además, también se ven en la obligación de presentar un proyecto que no se desvíe prácticamente nada del que será el resultado final para que los clientes puedan tener una idea muy clara de lo que están contratando desde el primer día.
Hoy en día es posible encontrar un BIM muy intuitivo con el que desenvolverse en un entorno de trabajo sencillo, sin necesidad de contar con grandes conocimientos previos. Evidentemente, hay múltiples herramientas a disposición de los trabajadores con los que es posible abordar incontables soluciones que destacan incluso por las opciones de personalización. Es así como se puede optimizar un proyecto reduciendo los costes y los errores al mismo tiempo.