En algún momento de tu vida tendrás que coger una brocha y darle una mano de pintura a tu hogar. Puede que solo tengas que hacerlo en una habitación porque vayas a cambiar la decoración o solo quieras renovar la pintura de la misma. O puede que debas pintar toda la vivienda. En cualquier caso, tendrás que hacerte con un determinado material para llevar a cabo el trabajo. Te mostramos lo que necesitas.
La pintura es una tarea que no requiere de grandes conocimientos, pero sí de un instrumental adecuado para llevar a término y con éxito la tarea. Antes de nada, escoge el color de la pintura y compra una que se amolde a tus necesidades. Por ejemplo, si en la habitación hay mucha humedad, decántate por una pintura antihumedad. Si no es el caso, cualquier pintura acrílica irá bien.
Las brochas
Para pintar tendrás que hacerte con una buena brocha. Las brochas de cerdas sintéticas son las que dan mejores resultados. Aunque si el trabajo requiere cierta delicadeza porque es una zona de difícil acceso, lo normal sería optar por una brocha de cerdas naturales, que no suelen dejar marcas en la pared.
Los rodillos
Mientras que las brochas son ideales para cubrir superficies difíciles, los rodillos lo son para pintar el grueso de toda la pared. En función de la textura de la pared, deberás elegir un rodillo u otro. Por ejemplo, los de espuma son perfectos para paredes que son completamente lisas, mientras que si éstas son de gotelé o similares, decántate por un rodillo de lana o pelo largo.
Otros accesorios
Para los que gusten de realizar un buen trabajo, tendrán que comprar también lijas para preparar la pared antes de comenzar a pintarla, cinta de carrocero para separar las paredes del suelo así como proteger el resto del mobiliario de las manchas de pintura, para esto deberás hacerte también con periódicos de papel o sábanas para cubrir el resto de los accesorios de la habitación.
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