Elemento decorativo de casi cualquier hogar, las cortinas visten las habitaciones aportando un toque acogedor y totalmente personal. Cada estancia posee su propio estilo de cortinas, pues hay muchas modalidades para elegir pero, conforme transcurre el tiempo, suelen acumular suciedad y olores que pueden hacer que pierdan esa elegancia con la que fueron colgadas. Hoy vemos de qué forma podemos mantener y limpiar las cortinas para que luzcan siempre perfectas.
Limpieza habitual
Lo más aconsejable para mantener cuidadas las cortinas es limpiarlas con asiduidad, es decir, cuando estés haciendo la limpieza de tu casa no te olvides de incluirlas, deberías hacerlo una vez por semana. No hace falta descolgarlas, nos referimos a que vayas eliminado frecuentemente el polvo que se va almacenando en ellas, por ejemplo, con el aspirador. Luego ventila la habitación para que también se marchen los olores que se hayan podido impregnar en las telas.
Limpieza en lavadora
Si decides descolgarlas y lavarlas en tu propia casa, fíjate bien en las etiquetas y consejos de lavado concretos de cada cortina para no dañar los tejidos. También debes adquirir un hábito en este caso, por ejemplo, una vez al mes estaría bien, sobre todo si fumáis en casa ya que, además de coger color, absorben mucho olor; si no puedes alargarlo más meses. Si ves que ha caído alguna mancha concreta puedes darle con un quitamanchas o un limpiador en seco y frotar antes de meterla en la lavadora. Algunas cortinas, según de qué material estén confeccionadas, como la gasa o la seda, entre otros, sólo admiten limpiezas en seco. En el caso de que sean de algodón o lino habrá que plancharlas y pueden encoger con el lavado. Muchas de las lavadoras actuales tienen programas cortos para estos textiles más delicados, con sistema antiarrugas, con remojo… En estos casos más especiales, si no te atreves a lavarlas en casa, tal vez lo mejor sea que acudas a una tintorería para que sean ellos quien hagan este trabajo especial.
El secado
Una vez hayas lavado tus cortinas, deberás colgarlas lo más extendidas que puedas tratando de evitar que aparezcan demasiadas arrugas y que mantengan su forma original. Si puede ser al sol, mejor que mejor. Una vez ya no goteen, aunque estén algo húmedas, las puedes colgar en la barra para que ahí ya se alisen bien y tomen su estado primigenio.
La cortina de la ducha
No nos olvidamos de la cortina de la ducha, y es que en este caso la humedad que la acompaña diariamente hace que pueda aparecer moho y suciedad. La limpieza es sencilla; puedes colocarla en una bañera con agua tibia con bicarbonato y dejar una hora a remojo, después, si hay restos que no se han ido, frotarás con un cepillo y lavarás en lavadora con agua fría.
Limpieza según la tipología de las cortinas
Dependiendo del tipo de cortinas, actuaremos de una forma u otra. Por ejemplo. Si tienes cortinas venecianas no hará falta que las descuelgues, las puedes limpiar con aspirador y con un trapo humedecido con un poco de amoniaco; si son estores, que acumulan bastante suciedad porque se suelen poner en cocinas, tampoco las tendrás que quitar, bastará con un aspirado o un cepillado, para después frotar con un paño húmedo con agua fría con sal.
Los colores y los materiales
Las cortinas están expuestas a mucha suciedad diaria y también a la luz del sol que reciben jornada tras jornada. Si las eliges en tonos claros aguantarán mejor la incidencia de los rayos solares y del paso del tiempo, en las oscuras se nota antes el deterioro. En cuanto a los materiales con los que están fabricadas, aquellos como el poliéster o los acrílicos son más resistentes.