Ser propietario de una piscina es un privilegio, sobre todo ahora que llegan las buenas temperaturas y poder disfrutar de una piscina a diario es una maravilla. Sin embargo, hay algunos deberes y responsabilidades, como el mantenimiento de la misma que es fundamental. El mantenimiento de la piscina es algo que tiene que llevarse a cabo durante todo el año, independientemente del tipo que sea y si se está utilizando o no.
– Mantén el correcto balance del agua. Debes medir el nivel de pH que es la medida de acidez o alcalinidad y necesita ser comprobada dos veces por semana. Puede ser efectuado mediante la adición de un ácido como el muriático o un alcalino como el bicarbonato de sodio. Si sus niveles de pH son incorrectos pueden causar daños a la piscina y a tus equipos. Las bacterias y algas pueden ser destruidas mediante el uso de cloro.
– Limpia constantemente la bolsa del skimmer. Haz esto por lo menos dos veces por semana ya que solo así podrás garantizar la circulación del agua fresca. Las hojas y otros residuos presentes en el fondo de la piscina se limpian con una red especial.
– Lo turbio del agua en tu piscina se resuelve mediante una dosis de clarificador de agua, las partículas que son demasiado pequeñas y que no se quedan en los filtros pueden ser descartadas por los agentes clarificadores. Estos hacen que las partículas diminutas se peguen entre sí y formen partículas más grandes que pueden ser limpiadas más fácilmente.
– El control de la dureza de calcio también es muy importante ya que si el agua está muy baja en calcio se vuelve corrosiva, mientras que cuando tiene mucho calcio, se forman escamas. Este control ha de efectuarse mensualmente.
– Por último, los filtros de la piscina tienen la propensión de acumular grasa y aceite. Para limpiarlos se utiliza un filtro limpiador desengrasante.