A sólo 23 kilómetros de Atenas podemos encontrar esta espectacular mansión de lujo diseñada por el griego Nikos Koukourakis. Su fachada azul combina a la perfección con la piscina, creando un bonito diálogo entre ambas partes.
Las ventanas son grandes para que la conexión con el exterior sea total, para que todas las zonas de la mansión reciban la luz natural. Cada panel de ventanas correderas mide 3,50 metros de altura. El edificio es moderno y se divide en varias habitaciones muy espaciosas, con acabados de materiales tan diversos como la madera o el cristal. Además, pese a que la barrera entre el exterior y el interior parece no existir, sí hay un aislamiento que siempre se agradece a la hora de dormir o relajarse.