El problema de la falta de espacio se ha convertido en todo un clásico a la hora de decorar. Nos condiciona mucho porque no podemos almacenar todo lo que nos gustaría y hace que nos tengamos que adaptar a los metros cuadrados disponibles cuando se trata de comprar muebles.
Esos metros nunca van a cambiar a menos que podamos acometer una reforma para ampliar nuestro hogar, así que lo mejor que podemos hacer es centrarnos en agrandar los espacios aunque solo sea visualmente. ¿Por dónde empezar? Por las paredes de las habitaciones, que es lo primero que hay que dejar listo antes de empezar a llenarlas. A continuación te recomiendo cinco colores que sientan muy bien a cualquier habitación por pequeña que sea. ¡Toma nota!
Blanco
No podía faltar en este artículo. El blanco es el color que siempre se recomienda cuando hablamos de pisos pequeños, así que no podía ocupar otra posición dentro de la lista.
Es una tonalidad muy recurrida que no tiene por qué resultar fría, ya que puedes jugar con los materiales, los muebles y los complementos para dar calidez a cualquier estancia. ¿A qué me refiero? A las plantas, a la madera, a pinceladas de colores vivos… Si apuestas por el blanco celebrarás la elección porque todo se llenará de luz con un color básico que nunca se pasa de moda.
Blanco roto
Hoy en día existen muchos tipos de blanco. Uno de los que más adeptos ha ganado en los últimos años es el blanco roto, a pesar de que hay personas que consideran que es capaz de envejecer el aspecto de una casa. Algo de razón llevan, ya que es un tono con aires vintage que se aleja de ambientes de estilo nórdico para sentirse más cómodo entre muebles y espejos de apariencia envejecida.
Rosa
El rosa se ha ganado toda nuestra confianza. Le ha costado asentarse como uno de los colores más populares en el mundo de la decoración porque siempre se ha dicho que es muy femenino, pero por suerte los estereotipos están cambiando y nos hemos abierto a él abrazando sugerencias como las de Pantone, que para el año que viene nos recomienda el precioso Rose Hawthorne, que además de ser muy bonito es capaz de relajarnos.
Gris
El gris tiene cuerda para rato. Es un color que suelo decir que es capaz de reinventarse, ya que tiene un amplio abanico de posibilidades en función de lo mucho o lo poco que se acerque al negro. Para las paredes, lo mejor es que no se acerque demasiado, ya que de lo contrario se comería mucha luz natural, algo contraproducente cuando se trata de pintar una habitación pequeña.
El gris tiene muchas virtudes: es acogedor, sofisticado, elegante, moderno… Todo eso y mucho más, ya que casa con un montón de estilos decorativos.
Azul
El azul no es como el rosa. Es un color que hemos llegado a ver en más habitaciones en los últimos años. Sin embargo, no ha sido hasta hace bien poco que se ha mostrado como un alternativa muy tentadora gracias a tonos tan de moda como el azul petróleo. Aunque sea un tono frío, bien combinado puede llegar a ser ideal para cualquier estancia. Eso sí, hay que saber combinarlo y hay que tener en cuenta que determinados accesorios que ya tengamos en casa no nos pegarán en absoluto.
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