Aprovechando que el otoño ha llegado a nuestras vidas, hoy queremos hablarte sobre uno de los estilos decorativos más recomendables para esta estación. Nos estamos refiriendo a la decoración rústica, que transmite calidez y bienestar gracias, entre otras cosas, a la madera, el material protagonista.
Como no podía ser de otra manera, el color protagonista de este estilo es el marrón, presente en los elementos de madera. Sin embargo, para que la estancia no quede demasiado seria, aburrida o apagada, tendrás que introducir otro tipo de tonalidades a través de las paredes, los textiles, los complementos, los objetos decorativos… Para que tu ambiente rústico no se desvirtúe por culpa del mal uso del colorido, hoy queremos contarte cuáles son los colores clave de este estilo. ¿Nos acompañas?
Marrón
Como no podía ser de otra manera, vamos a comenzar hablando del marrón, el color del estilo rústico por excelencia. Así, en este tipo de ambientes podrás usarlo en todas sus versiones, incluyendo las más oscuras, aunque deberás tener cuidado con ellas en estancias con pocos metros cuadrados. Cuando hablamos de marrones también nos referimos a los tonos tierra, que también son muy comunes de los ambientes rústicos.
Beige
Por supuesto, también debemos hablar del beige, otro color que suele estar muy presente en este tipo de ambientes. Cálido y atemporal, el beige es perfecto tanto para las paredes como para los textiles. Una de las grandes ventajas del beige, sobre todo si lo comparamos con el marrón, es que potencia la luminosidad y hace que los ambientes se vean algo más grandes de lo que en realidad son.
Gris
Otro color clave del estilo rústico es el gris, ya que es el color de la piedra, uno de los materiales protagonistas de este tipo de decoración. Si te decantas por el gris para la pintura o el pavimento, le darás a la estancia un toque contemporáneo. Por supuesto, para conseguir un ambiente completamente rústico, lo ideal es introducirlo a través de la piedra.
Rojo
También tenemos que hablar del rojo y, en especial, de los tonos teja, que surgen a partir de la mezcla del rojo y el marrón. Se trata de tonos ideales para paredes. Lo que no te recomendamos en ambientes rústicos es que utilices rojos muy vibrantes o llamativos. En cambio, los granates sí que son muy recomendables.
Amarillo
Otro color clave del estilo rústico es el amarillo. Eso sí, no vale cualquier amarillo, sino tonos como el mostaza y el ocre, que aportan calidez y elegancia. Los amarillos son perfectos para paredes, aunque también pueden quedar geniales en asientos, textiles y complementos.
Verde
Los colores que recuerdan al campo también son muy adecuados para los ambientes rústicos. Por eso, el verde es otro color clave de este tipo de decoración. Aunque podrás introducir el verde de múltiples formas, lo más sencillo es hacerlo a través de las plantas.
Azul
Si quieres conseguir un ambiente rústico más fresco y de aire mediterráneo, entonces lo ideal es que apuestes por el azul, otro color que está relacionado con la naturaleza. Aunque el azul te proporcionará frescura, la madera añadirá un toque de calidez a la estancia. Como has podido ver en la imagen situada sobre esas líneas, aunque el azul no es el color más habitual en los ambientes rústicos, el resultado puede ser espectacular.
Blanco
Por último, queremos hablar del blanco, un color que proporciona un toque de modernidad al estilo rústico. Ideal para estancias pequeñas y con poca luz natural, el blanco aportará luminosidad, amplitud visual y frescura. Si te decantas por una decoración rústica en blanco, lo ideal es que no introduzcas otros tonos más allá de la madera. Eso sí, los tonos neutros en textiles y el verde en las plantas también son bienvenidos.