Como por arte de magia, el papel pintado es capaz de transformar cualquier rincón de casa, ya sea el dormitorio, el cuarto de baño o incluso un mueble. Fácil de colocar, increíblemente decorativo y disponible en infinidad de diseños, el papel pintado es una opción importante a tener en cuenta.
¿Te apetece empapelarte? Sabemos que suena mal, pero el resultado en tu decoración será prometedor. Sin embargo, espera un poco antes de hacerlo, porque en este artículo encontrarás las claves para escoger papel pintado, teniendo en cuenta la estancia, el uso, el estilo, etc.
En la cocina y en el baño: papel vinílico
Cuando decoramos la casa, el cuarto de baño y la cocina suelen ser los grandes olvidados. No dejes que esto te suceda también si tienes pensando decorar con papel pintado. Gracias a las nuevas técnicas y modernos materiales, en el mercado actual encontrarás diferentes tipos de papel pintado tan resistentes como decorativos.
Además del papel, que es la opción más frecuente, también puedes optar por el vinilo que es impermeable y de fácil limpieza. Es decir, perfecto para el baño y la cocina. De hecho, se limpia fácilmente pasando un trapo húmedo y es incluso resistente al calor.
A pesar de su gran resistencia y durabilidad, conviene ubicar el papel pintado en zonas que no estén expuestas al calor y al agua, ya que no debería estar en contacto directo con estos elementos.
En espacios sociales: papel tejido
Si te preocupa la estética y estás pensando en utilizar el papel pintado en el salón y en el dormitorio, entonces puedes optar por otros materiales como el papel tejido. La composición tiene una base textil que puede ser de algodón, seda, etc. Con ellos, las paredes se visten con un efecto entelado, potenciando así la calidez e introduciendo texturas en el ambiente.
¿El inconveniente? Estos diseños son más delicados que otros y además necesitamos una cola especial para colocar este papel pintado en la pared.
Para dar un twist a tus muebles
Otro buen uso del papel pintado es dar una segunda vida y transformar un viejo mueble. Y aquí las ideas son muchas y muy diversas. Puedes destacar los cajones de una cómoda o aparador, el sobre de una mesita auxiliar o bien dar profundidad a los fondos de las estanterías con un bonito papel pintado de tendencia.
Pero las ideas no terminan aquí, ya que si dejas volar tu imaginación, también puedes aprovechar el papel pintado para forrar accesorios como cajas de almacenaje y otras muchas soluciones de orden. Así, los accesorios más aburridos se convierten en piezas de tendencia, como por arte de magia y sin gastar mucho dinero.
En la habitación infantil: para proteger
¿Otro buen uso del papel pintado? La habitación infantil. Es una estilosa forma de abrigar y proteger las paredes de roces. En este caso, conviene apostar por la calidad y escoger un papel pintado de calidad, ya que estará en la habitación de los más pequeños de la casa. Y si además es lavable, ¡mucho mejor! Nosotros te recomendamos
Atrévete a innovar
El papel pintado también nos invita a probar todo tipo de mezclas posibles que nos ayuden a dar un twist a la decoración. En otras palabras, anímate a mezclar diferentes diseños que elevan el estilo decorativo de tu habitación.
Combina un papel de rayas con uno de flores en un interior decorado en tonos neutros y mobiliario sencillo. ¿El truco para acercarte al combinar estampados? Escoge diseños que compartan colores para integrar ambos estampados, sin recargar el espacio.
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