La iluminación es básica para una buena decoración, y no sólo por el tipo de luz que aporta, también por el toque decorativo que dan los diseños de estas piezas. Soy una gran fan de las lámparas de mesa pues creo que, además de dar una luz cálida, pueden hacer de un rincón desangelado el lugar más cool de la casa.
Hay infinidad de diseños y no sólo sirven para una mesita auxiliar, son piezas muy versátiles que pueden aprovecharse de algunas maneras que ni te imaginas. Te cuento algunos secretos de las lámparas de mesa.
Rincones iluminados
La iluminación da calidez al hogar pero también con el diseño de las lámparas conseguimos espacios con un marcado estilo. Escogiendo una buena lámpara de mesa puedes hacer de un rincón auxiliar un punto importantísimo de la casa.
Normalmente asociamos este tipo de lámparas para muebles auxiliares del salón, donde se presta más una iluminación tenue para ver la televisión o crear una atmósfera distendida para una tertulia de sobremesa. Pero lo cierto es que este tipo de piezas pueden emplearse en otros espacios.
Una muy buena opción es utilizarlas en zonas donde la iluminación se convierta en un problema, como por ejemplo el recibidor. Es uno de esos espacios en los que la luz de techo puede ser demasiado y una lámpara de pie no acabar de encajar. Si tienes un pequeño mueble, o incluso por el suelo, una lámpara pequeña de mesa puede crear una atmósfera especial.
En la habitación también son muy importantes, pues una lámpara en la mesita de noche es básica. Este tipo de piezas, por su tamaño, resultan perfectas pero te animo a que vayas más allá y, en lugar de ponerlas en la mesita te animas a dejarlas en una estantería o, una vez más, en el suelo.
El estilo varía mucho en función de lo que te guste y del estilo de tu hogar. En IKEA podéis encontrar un sinfín de modelos, desde los más minimalistas en papel hasta los más retro en vidrio de colores pasando por un estilo más barroco y clásico con mini lámparas con pantalla.