¿Puede un museo del rock despertar el interés de los amantes de la decoración y del diseño? Sí, puede. El museo del rock Ragnarock, ubicado en Dinamarca, reúne a adeptos de disciplinas: música rock, diseño y arquitectura. ¿Te lo vas a perder?
En Decorablog hacemos un alto en el camino para presentarte este espléndido museo que hará las delicias de los amantes de la cultura y la buena música. En este artículo te acercamos el espíritu del museo del rock más impresionante de mundo, Ragnarock. ¡Todo un festival!
La ciudad de Roskilde: museos y festivales
La ciudad danesa de Roskilde tiene el privilegio de acoger no solo este fascinante museo del rock, sino también uno de los festivales más importantes del país. Esta tradicional ciudad de Dinamarca celebra, desde 1971, uno de los mayores festivales de música rock y Heavy metal de Europa. Así que, como no podía ser de otra forma, el museo del rock más espectacular del planeta también debía estar aquí.
El estudio de arquitectura MVRDV es el responsable de esta increíble arquitectura. Un proyecto encargado por el Danmarks Rockmuseum que representa a la perfección el espíritu del rock. Una estética tan impactante como la música rock.
Un proyecto inspirador
El edificio tiene 3.100 metros cuadrados y está dedicado por completo al rock. Un proyecto que tiene como objetivo servir de inspiración a nuevas generaciones de artistas, músicos, amantes del diseño y creativos. Y, con semejante puesta en escena, desde luego que lo consigue.
Sorprenden los vibrantes colores del edificio, vestido con una fachada de tachuelas doradas que proporcionan un efecto glam. Su singular estructura, inclinada, es otra de sus principales características que no deja indiferente al visitante.
Según los responsables del proyecto, el museo también es un homenaje al rock y a grandes artistas como Jimi Hendricks y Mick Jagger, entre otros. La arquitectura y la decoración del museo transmiten a la perfección la poderosa energía de este género musical.
Terciopelo, dorados, patrones geométricos y más
Y si el exterior te ha dejado sin palabras, el interior del museo no se queda atrás. El vestíbulo se viste de terciopelo, simulando ser el interior de un estuche de guitarra. En este museo todo tiene un motivo.
En total son cuatro plantas y un voladizo de veinte metros que acogen diferentes espacios: una gran sala de exposiciones, un auditorio, una biblioteca, unos estudios de grabación, una tienda, una cafetería, talleres y hasta una sala de conciertos al aire libre.
El glam dorado de la fachada exterior da paso a un hall revestido en un vibrante rojo. Además de los excitantes colores que se han utilizado, que logran transmitir la poderosa energía de la música rock, el edificio también nos sorprende con exuberantes formas y revestimientos tanto en paredes como techos. El resultado, en conjunto, es una estética vibrante y poderosa, que no deja indiferente al visitante.
Las formas geométricas con efecto tridimensional dan vida al edificio. Es un gran trabajo de rehabilitación que rompe con lo antiguo para dar paso a una arquitectura sobresaliente.
Una decoración exuberante
Una decoración rica en detalles y matices que crean volúmenes en un interior exuberante. Un irresistible glam rock que hará las delicias de los amantes del diseño y de la música rock. Y eso por hablar de todas las actividades que se organizan en este museo y que están dirigidas para todos los públicos, no solo para amantes del rock, sino para enamorados del diseño y de la buena música.
Para terminar, solo nos resta decir: ¡larga vida al Rock and Roll! (¡Y al diseño!). Si no te gusta este género musical, después de visitar este museo, seguro que cambias de opinión.