El mármol es uno de los materiales más utilizados e imitados a la vez, con pintura a brocha podemos conseguir numerosos efectos que permiten la simulación en paredes, techos o mesas.
Un producto ideal para estos casos es el esmalte. Lo podemos aplicar con una esponja y pequeños golpes para conseguir un contraste de tonos en la zona que se quiere decorar, los efectos son muy bonitos cuando se combinan varios colores.
Para dibujar líneas, es recomendable utilizar óleo diluido con disolvente y emplear un pincel o brochas de escaso grosor. Recuerda que el mármol tradicional se asemeja a los tonos ocres. Sin embargo, puedes ser más original e intentar con una base en negro, gris, verde, marrón, rosa o azul.