Los que tienen jardín saben que es una de las partes más importantes de una casa. Tenerlo siempre en mente es fundamental para su mantenimiento, pues un jardín descuidado puede convertirse en una selva que sólo trae problemas. Uno de los aspectos que más hay que tener en cuenta de los mismos es la iluminación, parte fundamental especialmente en verano, cuando aprovechamos el buen tiempo para disfrutar del jardín por la noche, ya sea cenando o tomando algo con los amigos.
De iluminación artificial podemos encontrar muchas propuestas en el mercado. Lo que yo os recomiendo es apostar por la iluminación gradual frente a la absoluta. Es posible elegir la intensidad de la luz e incluso el color de la misma, algo que te ayudará mucho a crear ambiente si has montado una fiesta en tu jardín. Además, también puede servir para evitar robos. Los ladrones pueden pensar que hay movimiento y desistir en su intento.
Si tienes un jardín grande que cuenta con un camino que conecta la casa con el exterior, puedes decantarte por bastones de luz que sirven de guía. Si quieres algo más discreto, también puedes adquirir pequeños puntos de luz que podrás ir colocando cada ciertos metros para marcar la frontera entre el camino y la hierba, por llamarlo de alguna manera.
Iluminar el jardín durante toda la noche puede salirte muy caro. Por ello, deberías tener en cuenta los siguientes consejos:
– Coloca luces que funcionan con carga solar, eso hará que tengas que prescindir de la energía eléctrica. Esta opción, como es fácil de adivinar, sólo es válida para los días de sol, por lo que no es infalible.
– Trata de instalar varios interruptores a lo largo del jardín. De esta forma ahorrarás energía, ya que podrás iluminar la zona en la que estés sin necesidad de que todas las luces estén encendidas.
– Decántate por los focos ahorradores y los diodos LED, mucho más económicos que las bombillas incandescentes de toda la vida. Ahorrarás energía y dinero, pues también tienen una mayor vida útil.