El dormitorio es la habitación más íntima. Aquella que compartes solo con algunas personas o con nadie, pero que puede reflejar, si quieres, toda tu personalidad. Lo puedes hacer a través de la decoración y hoy te voy a enseñar unas ideas para conseguirlo. ¿Qué dice de ti tu habitación? ¿Quieres que sea un espejo de lo que eres y de cómo te sientes?
Al final, lo importante en la decoración es ese toque personal que logras darle a cada espacio de tu casa. Es hacer que tu personalidad se vea en cada detalle, o en la ausencia de detalles, que todo lo que coloques en esté contando algo sobre tu historia.
Un detalle único y personal
Comenzamos con una primera idea que consiste en introducir un objeto decorativo, uno solo, o como mucho dos, que digan muchísimo sobre ti. Si eres amante de la lectura y de la naturaleza puedes reflejarlo en tu mesita de noche de la forma que te enseño ahora: con un libro y unas flores. ¡No hace falta mucho más si no quieres!
Personalizar la cama
La cama es el punto focal de esta habitación y puedes jugar con los textiles, cojines y colores para que a través de ella puedas reflejar una parte de ti mismo. Si eres romántico pon unos mullidos cojines, de esos blanditos que dan ganas de abrazar, y apuesta por unos colores suaves, pasteles. Si eres deportista coloca un cabecero confeccionado con unos palos de esquí, por ejemplo. O si tu pasión es la música pon una colcha con un estampado de notas musicales.
Cada detalle cuenta
Cada cosa que pongas en tu dormitorio cuenta. Si eres un enamorado de la tecnología y no puedes estar ni un momento despegado de tu ordenador, o no tienes otro sitio para colocarlo, mira qué combinación tan chula te propongo. Con una base en tonos blancos para aportar más luminosidad y que el espacio parezca visualmente más grande, solo tendrás que hacer que cada detalle refleje tu personalidad de la manera más fiel posible. Incluye, por ejemplo, una frase que te guste, o el nombre de la ciudad a la que siempre quisiste viajar.
Tus objetos más especiales, a la vista
Aunque el dormitorio sea ese reducto casi infranqueable no tienes por qué renunciar a una decoración cuidada y personal. De hecho te invito a que pongas unas estanterías o baldas y coloques sobre ellas tus objetos más especiales: esa fotografía preferida, ese recuerdo que te trajiste de aquel viaje inolvidable… Haz que todos ellos expliquen de manera visual quién eres y cómo has llegado hasta donde estás ahora.
Los colores
Pocas formas hay más sencillas y efectivas para personalizar tu dormitorio que a través de los colores. Porque ya sabemos que en este asunto, más que en ninguno, es cuestión de gustos, así que decide cuál es esa tonalidad preferida y apuesta por ella para decorar la habitación. Puedes pintar las paredes, poner algunos detalles como los textiles en ese color…
Un reflejo de tu carácter
Si te apetece, puedes hacer que la decoración sea un reflejo de tu carácter. Si eres clásico y comedido, seguro que prefieres unos muebles sencillos de madera con líneas simples y puras, incluso minimalistas. Si te gusta estar en casa y disfrutar de esos momentos de intimidad tal vez el estilo nórdico, con mucha madera y tonos blancos, sea el que más refleje la sensación acogedora que te gusta sentir en tu hogar y con la que te sientes realmente cómodo. Si eres más bien urbanita, crea una habitación más funcional, con un espejo grande, por ejemplo.